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Indudablemente, el cine chileno ha crecido a pasos agigantados durante la última década, pues cada vez son más las producciones nacionales que consiguen galardones internacionales y la devoción de los espectadores.
Sin embargo, a nivel latinoamericano todavía nos queda mucho por hacer, debido a que países como Argentina se han posicionado desde mucho antes en la industria cinematográfica, con cintas hechas para el mundo, dejando de lado la política dura y abrazando códigos mucho más universales.
¿Qué pasa entonces, cuando ambas industrias se juntan bajo el alero de un director como Che Sandoval (Soy mucho mejor que voh, 2013) en un drama en donde el humor ácido, el drama y las culturas chilena y argentina son protagonistas? Nace «Dry Martina», una producción de bajo perfil, que sin ser pretenciosa sorprende por una calidad que llega a dar gusto.
Sinopsis: Una ruptura amorosa, un contacto inesperado y un viaje a Chile ponen a Martina, ex cantante pop argentina, rumbo a un redescubrimiento sexual, profesional y familiar. Desde una mirada femenina, la nueva película de Che Sandoval no abdica de lo esencial a su estilo: altas dosis de sexo y humor negro.
La historia es aparentemente sencilla: Martina (Antonella Acosta) es una cantante argentina con un gran vacío interior, olvidada y frustrada sexualmente. A pesar de eso, y gracias a la llegada de una supuesta hermana y su novio, emprenderá un «viaje de la heroína» fallido, convirtiéndose en una especie de heroína femenina atípica, llena de acidez y una actitud digna de la choreza chilena y argentina.
¿Qué es lo especial de esta trama que de lejos parece sencilla? La cuidadosa construcción de un potente personaje femenino -sello clásico del Che Sandoval-, una fotografía muy cuidada y, lo más importante para mí, un guión que fluye muy bien, dejando atrapado al espectador durante los 99 minutos de duración que tiene la cinta.
Este guión logra su cometido, que es contarnos una historia cargada de drama, con ocasionales tintes de un humor negro que funciona como un complemento y no como el eje principal de la historia. Esto se agradece, ya que de esta manera la narrativa no se sacrifica en pos de hacer chistes fuera de lugar; algo que es muy común en el humor que se estila en ciertas cintas nacionales.
Un recurso utilizado bastante dentro del guión es el sexo; tanto por las escenas que nos muestran las relaciones intimas de la protagonista como por los diálogos que Martina establece. Esto, lejos de sentirse lejano a la trama, es un elemento que ayuda a comprender la psiquis de la protagonista: una mujer con problemas para establecer relaciones personales, que utiliza el sexo como vía de desahogo y escape.
La química entre los personajes es maravillosa y, acompañada de una excelente actuación por parte de Antonella Acosta -quien está nominada por su rol al Premio Fénix en la categoría Mejor Actuación Femenina, por cierto- y compañía, logra hacer que exista una conexión casi inmediata entre la protagonista, sus tragicómicas desventuras y la audiencia.
La película además, mediante la conformación de una familia diferente a lo típico; en donde los lazos de sangre pasan a segundo plano y prima el amor por el otro, elabora una pequeña crítica social a la visión que se tiene del núcleo familiar. Algo que no es indiferente para los protagonistas de la trama, quienes evolucionan -en ocasiones parcial de manera parcial y en otras mínima- tras cada una de las vivencias grupales.
Así, en su hora y media de duración, «Dry Martina» ofrece una historia sencilla, pero elaborada con corazón y muy buena técnica que logra transmitir de manera efectiva el fallido «viaje de la heroína» de Martina Fonseca.
La cinta destaca por su excelente guión, actuaciones viscerales y la intención de contar una historia sin pelos en la lengua, sin miedo a ser tildada de ser «políticamente incorrecta». Una cinta muy recomendada, envolvente de principio a fin y además un fiel recordatorio de que el cine debe salir de su zona de confort para triunfar.
Desde este jueves 15 de noviembre no te pierdas en las salas de cine comerciales y alternativas las desventuras de Martina Fonseca en «Dry Martina». Cinta para mayores de 14 años, con un elenco conformado por Antonella Costa (Diarios de Motocicleta), Geraldine Neary (Aquí no ha pasado nada) y Pedro Campos (El bosque de Karadima), y el experimentado y reconocido Patricio Contreras (Sexo con amor).
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