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Al hablar de cómics es bastante común que lo que se nos venga a la mente sea Marvel, DC y toda aquella cultura que gira entorno al imaginario americano que por décadas ha primado en la industria del tebeo. Estamos tan acostumbrados a las mallas y las máscaras, que por momentos olvidamos que el cómic es mucho más que eso; es una expresión artística que va más allá de los super poderes o las ganas por destruir el mundo, y además se manifiesta en diferentes tópicos e historias.
Ahora, si pensamos en tópicos e historias llamativas no podemos negar que Chile tiene un nicho bastante amplio que explotar. Ya sea por un tema demográfico, político o de cultura; nuestro país presenta muchas premisas que no han sido concretadas en el denominado «noveno arte».
La lectura de Galvarino, por Sebastián Castro (Guión y rótulos), Guido «Kid» Salinas (Lapices y tinta) y Carlos Badilla (Color) se torna bastante interesante, ya que nos hace preguntarnos cómo es que se ha desaprovechado la historia y la cultura nacional dentro del mundo de las historietas. Ademas nos hace desear que esta mina de oro, que ha sido encontrada por este equipo creativo, nos pueda traer más y mejores historias en el futuro. Aguante el cómic nacional.
Estamos frente a un cómic one shot, que cuenta con 13 páginas. La presente edición pertenece a la editorial Nük Comics, y tiene una portada y contra portada en tapa blanda con hojas de un gramaje bastante alto. Cuenta con un interesante acercamiento sobre todas las partes involucradas en la construcción del cómic, además de un glosario mapudungun con alrededor de 11 términos.
La historia comienza en 1557, a orillas del Río Bío Bío, y de manera inmediata deja entrever esa influencia historica entre la pugna de los Mapuches en contra de los invasores españoles. El personaje de Galvarino está claramente infuenciado por Wolverine, sin embargo a medida que la historia avanza nos vamos olvidando de esto, ya que se le impregna con un estilo propio, uno muy rico por cierto.
Puede parecer sencilla, pero la trama sigue a Galvarino mientras va cobrando venganza de los que lo mutilaron y se burlaron de él. Un español temeroso cuenta su historia, tal como si de una leyenda se tratase, mientras el mapuche asesina huincas e invasores por igual.
Es intersante observar en el transcurso de la historia elementos que hacen dar cuenta del valor histórico de este cómic. Los creadores entrelazan de manera perfecta el estilo de la historieta que todos conocemos con conceptos adhoc época en la que se desarrolla la historia. Los ríos, los piñones, los asentamientos españoles y toda esa transgresión que llevaron a cabo hacia los mapuches se encuentra más que presente en «Galvarino: El arma», ya sea como un referente histórico o a modo de critica.
La verdad es que al terminar el cómic quedé con ganas de más y más. La historia se lee rápido, y una vez finalizada es imposible no imaginarse la cantidad de grandiosas historias que podrían adaptarse al mismo formato de cómic. Galvarino es indispensable para los amantes del noveno arte, pero más aún: se posiciona como la piedra angular de un nicho que sí o sí debe ser explotado a fondo, ya que tiene potencial de sobra.
Una lectura muy recomendada, ya sea para salir de lo habitual o para adentrarse en una excelente historia. Esperemos que más adelante el equipo creativo de Galvarino nos sorprenda con más cómics así.
¿Te llamó la atención éste cómic, pero no sabes dónde conseguirlo? Pues, para hacerte más fácil el trabajo, nuestra recomendación es que lo busques en la comiquería amiga: Encuadro Cómics, tienda que posee dos sucursales, la primera ubicada a pasos del metro Los Héroes, en Av. Libertador Bernardo O’Higgins #1621, local 6 (revisa una nota especial, aquí); y la segunda, a pasos del metro Los Leones, en la Galería 2 Caracoles, local 38B.
Pero es que te pasaste, muchas gracias por la reseña, sigan asi!! Saludos!!