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2019 ha sido un gran año para Stephen King en lo que concierne al cine, ya que tres de sus libros han sido adaptados a la pantalla grande. «Cementerio Maldito» llegó a nuestras salas en abril y «Doctor Sueño» llegará en noviembre, pero sin duda alguna la adaptación más esperada ha sido la segunda parte de «IT», que le dará fin a la historia que tomó a todos por sorpresa (una buena sorpresa) en 2017. ¿Está el desenlace a la altura de su predecesora?
Sinopsis: Han pasado 27 años desde que el Club de los Perdedores formado por Bill (James McAvoy), Berverly (Jessica Chastain), Richie (Bill Hader), Ben (Jay Ryan), Eddie (James Ransone), Mike (Isaiah Mustafa) y Stanley (Andy Bean) se enfrentaron al macabro y despiadado Pennywise (Bill Skarsgård). En cuanto tuvieron la oportunidad, abandonaron el pueblo de Derry, en el estado de Maine, que tantos problemas les había ocasionado. Sin embargo, ahora de adultos parece que no pueden escapar de su pasado. Una nueva época estival llega y todos ellos deberán enfrentarse de nuevo al temible payaso para ponerle fin a su reinado de terror.
Andy Muschietti («Mama») tenía un gran peso en sus hombros cuando lo confirmaron para darle cierre a la historia que comenzó hace dos años, ya que la primera entrega no tan sólo fue una adaptación que dejó contentos a fanáticos del libro y del género del terror, sino que también fue -y es- una película llena de suspenso, humor y un toque de magia y fantasía muy en la vena de los clásicos de Steven Spielberg.
«IT: Capítulo Dos» tiene la ardua labor de capturar esos sentimientos y mutarlos en un contexto que transcurre 27 años después, con nuestros protagonistas ya crecidos por completo y un Pennywise mucho más vicioso y enfocado en tomar venganza, más que en simplemente aterrorizar a los niños de Derry.
IT siempre ha sido uno de los personajes más icónicos de Stephen King tanto por sus horribles apariencias como por todo lo que representa, ya que por sobre todo, este es en esencia un reflejo del mal que hay en el mundo, esa presencia vil que daña y se esconde en la oscuridad, y que los adultos mantienen secreta o la ignoran por una razón u otra. Ahí está la razón por la cual la percepción más inocente de los niños es la que se ve de forma más impactante y fuerte, en contraste con la de los adultos del pueblo, quienes nunca notan la presencia del macabro payaso.
Con esto en mente es donde se puede ver el mayor problema que tiene «IT: Capítulo Dos», que es el hecho de que tonalmente, no sabe cómo lidiar con el cambio de perspectiva de los personajes, quienes ya claramente no son niños, pero sin embargo siguen actuando como tales en varias escenas que se sienten disparejas a momentos en contraste con la historia principal que se está contando. IT es algo que deberían percibir de manera diferente, de una forma extraña donde están recordando un miedo enterrado y profundo, tanto así que hasta un adulto puede llegar a temblar de miedo. Y lamentablemente esa aproximación no se logra.
Si bien el casting adulto es probablemente el más acertado al 100% que se ha hecho en mucho tiempo (es increíble cómo todos se parecen a sus contrapartes jóvenes) y todos logran increíbles actuaciones (Bill Hader y James Ransone son chistosísimos y de lo mejor de la película), la verdad es que en contraste con el reparto más joven de los personajes quedan en desventaja, y eso se debe a que la cinta nunca se molesta en darles a estos adultos una caracterización profunda, a diferencia de lo que la primera parte hizo con sus versiones de infancia.
Y la razón de que esto ocurra es que a diferencia de la entrega anterior, la historia en esta cinta es una mucho más repetitiva y pauteada, que se llega a volver predecible y no se lograría mantener bien a flote de no ser por un gran trabajo de imágenes tétricas en varias escenas, y por sobre todo, una muy viciosa y tenebrosa interpretación de Pennywise por parte de Bill Skarsgård, quien sin duda alguna se roba la película en cada escena.
De todas maneras, si bien «IT: Capítulo Dos» es una cinta que decepciona por no estar a la altura de su predecesora, no es una mala película en ningún sentido. Tiene gran atmósfera, tremendos actores, y notables imagenes para llevarse un susto (o al menos esa escalofriante tensión que te eriza la piel de a poco) aquí y allá, en una cinta que dura un poco más de lo que debería (casi tres horas en comparación con las dos horas y media de la anterior), pero que se determina a entretener de principio a fin y poder adoptar la novela original de la forma más fiel posible sin dejar de involucrar cosas nuevas. Andy, no te habrás superado, pero sin dudas hiciste más que bien.
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