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Los exorcismos siempre han resultado ser un tópico interesante para explotar en las películas de terror. Su recurrencia en el género a lo largo de los años se explica, principalmente, debido al nivel de misterio que se mantiene en torno a este ritual tan popular en el 7mo arte. La nueva cinta de Xavier Gens (Cell, Hitman) «La Crucifixión» aborda esta trillada temática una vez más, con la esperanza de otorgarle un aire fresco y serio. ¿Se quedará solo con la intención o logrará su cometido?
Sinopsis: Cuando un sacerdote es encarcelado en Rumanía acusado de asesinato de una monja a la que realizaba un exorcismo, la periodista Nicole Rawlins investiga si el asesinato fue a una persona mentalmente enferma o, por el contrario, las acusaciones son falsas y simplemente perdió la batalla contra una presencia demoníaca. Una presencia que ahora podría estar experimentando ella misma…
La cinta comienza bastante bien, mostrándonos a la joven reportera Nicole Rowlins, interpretada por la actriz Sophie Cookson (Kingsman), en búsqueda de respuestas sobre un caso de exorcismo, donde un cura ha sido apresado por el supuesto asesinato de una monja durante la expulsión de un demonio. La protagonista presenta un rechazo tajante a la fe y la institución católica, por lo que su investigación tiene una perspectiva escéptica, poniendo así en duda los testimonios recolectados en el lugar de los hechos: un pueblo en Rumanía en donde la presencia de la fe y la religión es esencial para sus habitantes.
Dada la perspectiva de la periodista, y el factor de estar basado en hechos reales, el filme adquiere a ratos una mirada critica muy interesante respecto al exorcismo y su consecuencia, teniendo como principal sospechosos a todos los involucrados en el ritual. Este recurso podría haber dado paso a una interesante discusión abordada desde un angulo de reflexión, respecto a los secretos de la iglesia sobre los exorcismos y posesiones. Sin embargo, y a pesar de desarrollar de manera superficial conflictos con el carácter antes mencionado, la cinta escoge tomar un camino ya antes transitado, mostrándonos así una historia de demonios con sus elementos clásicos y ultra conocidos.
En los aspectos técnicos la película sorprende por tener una locación muy interesante, que de por si produce incomodidad, enigma y una pizca de terror. La ambientación del pueblo está muy bien lograda, ya que nos hace sumergirnos, cuando se lo propone, en un pueblo lleno de misterios, con una influencia religiosa abrumadora, la que al terminar la película es imposible no sentir que podría haber sido explotado en más profundidad.
Las actuaciones son bastante parejas y, a pesar de que no le restan puntos a la cinta sí, dejan la sensación de que el trabajo argumental no es de lo mejor. Hay muchos personajes con tiempo en pantalla que tienen cero importancia dentro de la trama, además de que no existe una evolución contundente en el rol protagonista.
Las interpretaciones de Sophie Cookson, Corneliu Ulici y Brittany Ashworth cumplen su cometido dentro del filme, pero sin sobresalir en lo absoluto.
En sus 90 minutos de duración, «La Crucifixión» entrega una cantidad aceptable de jump-scares, además de escenas potentes e incomodas, que de seguro sacarán más de un susto a la audiencia. Estamos frente a una cinta que no logra ofrecer nada nuevo para el género, pero que es fiel a su público objetivo, entregándoles un filme con el que se podrán relacionar sin problemas. Si eres un fanático de los exorcismos, demonios y el misterio eclesiástico puedes asistir a las salas de cine, desde este jueves 08 de marzo, a sabiendas que «La Crucifixión» te adentrará en un peligroso misterio, en donde los sustos y gritos están más que asegurados.
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