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Entre tanto blockbuster que se estrena a lo largo de cada año, llegan momentos donde uno aspira a vivir experiencias más modestas, pero no por ello menos interesantes. Historias de personas triunfadoras, de sucesos curiosos, etc… el punto es vivir algo nuevo en una escala más pequeña, pero que asimismo aporte algo interesante y expanda nuestra perspectiva del mundo que nos rodea. La nueva película del director Theodore Melfi (“St.Vincent”), “Talentos Ocultos” (“Hidden Figures”) es un claro ejemplo de esto.
Sinopsis: Narra la historia nunca contada de tres brillantes mujeres científicas afroamericanas que trabajaron en la NASA a comienzos de los años sesenta (en plena carrera espacial, y asimismo en mitad de la lucha por los derechos civiles contra la segregación estadounidense) en el ambicioso proyecto de poner en órbita al astronauta John Glenn.
Bajo esta premisa, nos encontramos frente a un relato sobre personajes desconocidos que resultaron de alta influencia dentro de dos momentos de sumo interés en la historia mundial, y que en su ejecución se maneja de manera redonda y ligera. Entonces, ¿hay un problema con esto? Diría que depende desde dónde lo observemos.
Para comenzar, hay que destacar que la historia que nos cuentan, efectivamente resulta muy interesante, especialmente porque es sobre personajes que realmente existieron, que dejaron su marca en el paso de la historia, y aun así no forman parte del currículo de cultura general al cual nos exponemos regularmente. Si a eso le sumamos tres actuaciones muy bien logradas por parte de las talentosas Taraji P. Henson (“El Curioso Caso de Benjamin Button”; la serie “Empire”); Octavia Spencer (“Historias Cruzadas”; “Snowpiercer”); y Janelle Monáe (“Moonlight”), entonces tenemos suficiente como para tener un enganche efectivo por parte de las audiencias.
Estas 3 mujeres son traídas a la pantalla con un dinamismo muy fluido, mucho humor y emoción, hasta el punto de que se logra vender una amistad muy fuerte y sincera entre estas amigas, tal como la historia se toma el tiempo de demostrar la inteligencia de cada una a partir de sus aptitudes individuales, sus capacidades de liderazgo y trabajo en equipo, y especialmente sus interpretaciones y acciones personales frente al panorama sociopolítico en el que se encuentran, tanto respecto de la competitiva carrera espacial entre USA y la Unión Soviética, como respecto de la latente segregación racial.
Sin embargo, es precisamente el increíble trabajo que las protagonistas traen al frente, y una actuación bien lograda –aunque algo acotada- por parte del legendario Kevin Costner (“Danza con Lobos”; “El Guardaespaldas”), lo que se contrasta muy notoriamente con los otros aspectos de la película que no se logran con la misma madurez y tono.
Personajes como los de Jim Parsons (de la serie “The Big Bang Theory”) y Kirsten Dunst (la trilogía original de “Spider-Man”; “Melancolía”), caen en un nivel caricaturesco de adversidad frente a las protagonistas por asuntos de discriminación racial y/o celos en términos laborales, hasta el punto de resultar odiosos y bastante hartantes; especialmente cuando las aproximaciones al tema que tienen otros personajes secundarios, e incluso de extras que tienen sus momentos para asentar el clima de segregación racial que viven las protagonistas, es de una manera mucho más sutil y potente, que lo que demuestran los obstáculos que Parsons le pone al personaje de Henson por su “falta de nivel de acceso a información”, y la inexplicable negación de promover en cargo al personaje de Octavia Spencer por parte de Dunst.
Asimismo, mi segundo gran problema con la película, y no es que la perjudique para mí como tal, sino como un fuerte contendiente a los premios Oscar (recordar sus 3 nominaciones, incluyendo Mejor Película), es que para ser una historia que gira en torno a temas de alta tensión (la carrera espacial y la lucha civil contra la segregación), resulta ser bastante ligera en su desarrollo, bien feliz y, por así decirlo, “redondita”; muy a la par con lo que fue “Sólo un Sueño” (“The Blind Side”) en 2009; y por eso –creo yo- falla en calificar como material que compita por el título de mejor película del año; cuenta algo nuevo, pero no deja un impacto que nos deje pensando a futuro.
Por otro lado, en cuanto a los aspectos técnicos, la película cuenta con un nivel de producción muy bien logrado, desde el vestuario hasta los sets de las oficinas de NASA, con toda su vibra retro de los años 60’; la inmersión a la época se logra de manera efectiva desde que comienza la primera escena.
También cabe destacar el rítmico y pegajoso trabajo de Pharrell Williams para la banda sonora de la película; reluciendo temas con una vibra de jazz, R&B y Soul muy movidos que probablemente dejarán a más de uno buscando la banda sonora después de terminar la película. Nominación más que merecida por Mejor Canción Original.
Para resumir, “Talentos Ocultos” es una película bastante ligera que no falla en contar una historia interesante, bien actuada –en su mayoría- por parte de sus protagonistas, y cuyo espíritu emotivo y de corazón suave de principio a fin promete dejar a cualquiera feliz apenas los créditos comiencen a rodar; y sin embargo, no va más allá de ser un producto que no pareciera estar completamente a la par de los premios por los que está compitiendo, en vista de la disparidad tonal con sus otras compañeras nominadas, y el sentimiento de una latente falta de conflicto que no debería darse en vista de la historia que cuenta. De ninguna manera una mala película; de hecho, es buena en todo aspecto formal, pero para quienes tienen grandes expectativas, no esperen más que algo interesante, ligero y redondo.
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