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Como es bien sabido, Clint Eastwood tiene un fuerte espíritu nacionalista, un hecho que ha quedado demostrado a través de sus últimos trabajos en filmes como «Sully» (2016) y «Francotirador» (2014). Esta vez, nos enfrenta a una nueva historia basada en hechos reales: «15:17 – Tren a París», cinta inspirada en el libro homónimo, escrito por quienes vivieron esta horrible experiencia.
Sinopsis: De Clint Eastwood llega «»15:17 Tren a Paris»», que cuenta la historia de la vida real de tres hombres cuyo valiente acto los convirtió en héroes durante un viaje en tren a alta velocidad. En la tarde del 21 de agosto de 2015, el mundo vio en silencio atónito como los medios reportaron un ataque terrorista frustrado en el tren Thalys # 9364 con destino a París, un intento evitado por tres valientes jóvenes estadounidenses que viajaban por Europa.
Vamos directo al grano. «15:17 – Tren a París» tiene un gran «pero», que se relaciona a lo que ya mencioné: en ella destaca desde el inicio el fuerte espíritu nacionalista que se vive en gran parte de la población estadounidense, cuya admiración por las fuerzas armadas se ha vuelto transversal, sin importar la edad que tengan. Y viviendo en un contexto tan diferente a este como es el chileno, es difícil vincularse con esta historia cuyo punto más fuerte dura solo algunos minutos. Creo que podría haber causado un mayor impacto si en vez de mostrarme la historia de un grupo común de amigos, se hubiesen enfocado más en sensibilizar sobre las horribles consecuencias del terrorismo, pero es un tema complejo y difícil de abordar en el cine. Sin este sentimiento patriótico despierto en el espectador, empatizar con la vivencia de los personajes se hace un desafío y la continuidad de la historia decae, haciendo que termine siendo una especie de «Eurotrip» sin chistes, que cierra con un atentado que no logra causar el impacto esperado. Quizás el hecho de ser el hombre tras filmes como la ya mencionada «Francotirador», nos hacían esperar mucho más de lo que Eastwood lograría en esta cinta, que termina siendo una obra para rendir honores al valiente actuar de tres ciudadanos, más que un espectáculo para quien la ve.
La película es sin duda un riesgo, que logra salir victoriosa para lo que se propone. Puntos importantes a considerar son el reducido presupuesto con el que se produjo (30 millones de dólares) y sus actuaciones protagónicas, que no involucraron actores profesionales.
Pues si no lo sabían, los papeles protagónicos fueron interpretados por quienes vivieron el hecho en carne propia: Alek Skarlatos, Spencer Stone y Anthony Sadler, en un intento de Eastwood de dotar a la película de alma y autenticidad, y debo decir que para ser personas que jamás se han involucrado en este rubro, sus interpretaciones de sí mismos no están nada mal, y aunque no serán nominados a ningún premio, el correr de los hechos no se ve forzado, y si no lo hubiese leído de antemano, quizás ni hubiese llegado a notar el detalle, por lo que este factor se vuelve algo totalmente rescatable.
La cinta es un aplauso directo de Eastwood a quienes, con coraje y determinación, se deben enfrentar a aquellas situaciones que marcan un antes y un después en la historia de las naciones, entregándose a su labor sin pensar en los costos. Y si bien no marcará la historia del cine o del director, el equipo puede celebrar que logró una obra limpia y funcional. La cinta está en cartelera desde este jueves 08 de febrero.
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