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Todo el terror aterriza en los cines del país con uno de los estrenos más esperados de este 2017: «Annabelle: La Creación».
Bajo la dirección de David F. Sandberg (quien saltó a la fama con la exitosa “Cuando las luces se apagan”), llega la precuela de “Annabelle”. A cargo de los productores Peter Safran y James Wan, sociedad también responsable de películas como “El Conjuro”, esta nueva entrega de terror viene a repetir su enorme éxito obtenido el 2014, que logró recaudar casi 257 millones de dólares en la taquilla mundial.
Sinopsis: Varios años después del trágico fallecimiento de su hija, un juguetero que crea muñecas y su mujer, acogen en su casa a una monja y un grupo de chicas tratando de convertir su casa en un cálido orfanato. Sin embargo, los nuevos inquilinos se convertirán en el objetivo de Annabelle, una muñeca poseída por un ser demoníaco.
Tras la experiencia vivida con la primera entrega de “Annabelle”, las expectativas de una secuela eran realmente bajas, pero Warner Bros puso atención a su error y designó en la dirección a David Sanderberg, quien en su momento fue la promesa del terror. ¿El resultado? Una versión (precuela) que supera con creces lo hecho por su antecesora.
Con una historia bien armada y un guión plagado de suspenso que cumple todas las promesas vistas en sus adelantos, consigue generar aún más terror de lo esperado, provocando más de un sobresalto en sus espectadores.
“Annabelle: La Creación” es una cinta que no abandona nunca el suspenso y el terror, logrando sumergirte en las tinieblas de sus personajes al mismo tiempo que querrás apartar la vista de la pantalla.
¿Cómo lo logra? A través de elementos muchas veces vistos y que funcionan a gran escala gracias a la tremenda perspectiva en la dirección que posee David Sanderberg. De hecho, resulta curioso que estos mismos “elementos” sean omitidos por alguna extraña razón por una cantidad desorbitante de otras cintas de terror, quienes deliberadamente han querido dejarlos de lado, cayendo en el mismo pozo de las películas de terror malas que terminan en el olvido.
Entretenida, sangrienta (sí, leyó bien), y terrorífica en toda su extensión de la historia. La cinta consigue generar un clímax constante y oscuro, de “peligro inminente”, que te mantiene recordando.
Una película que no te puedes perder si eres un amante del cine de terror y del suspenso, ya que con “Annabelle: La Creación” entras a la sala del cine con total de seguridad de que verás una verdadera película de miedo.
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