Tiempo estimado de lectura: 3minutos, 21segundos
Inspirada en las novelas de Julia Quinn, y creada por Shonda Rhimes (la misma detrás de “Grey’s Anatomy”, “How to Get Away with Murder” y “Scandal”), el 25 de diciembre Netflix estrenará la primera temporada de su serie de época: “Bridgerton”. Gracias a la plataforma de streaming pude ver la temporada completa, y aquí te cuento qué me pareció.
Sinopsis: Bridgerton sigue a Daphne Bridgerton (Phoebe Dynevor), la hija mayor de la poderosa familia Bridgerton, quien busca marido mientras se somete al escrutinio de Lady Whistledown. En su búsqueda, conoce al deseable pero rebelde soltero Duque de Hasting (Regé-Jean Page). Y aunque proclaman que no quieren nada de lo que el otro tiene para ofrecer, su atracción es innegable, y las chispas vuelan.
Con ocho episodios en su primera temporada, “Bridgerton” es una serie atrapante, con buen ritmo y repleta de misterios, intrigas, mentiras, pasión y romance; todo esto posicionado en la época victoriana. Por lo que, si eres fanático de este género, te aseguro que quedarás completamente extasiado con ella.
La ficción es protagonizada por Phoebe Dynevor (de la serie “Snatch”) y Regé-Jean Page (de la serie “For The People”) y, al estar ambientada en esta época, su trama puede parecer “bastante anticuada” para la generación actual, algo que podría gustar, como disgustar a cierto público.
La serie nos presenta a Daphne Bridgerton, una joven que, desde que fue presentada en sociedad, no ha tenido respiro, esto debido a que su madre y su hermano están obsesionados con encontrarle un marido cuanto antes. El problema es que Daphne no quiere un matrimonio arreglado por ellos, y los hombres razonablemente deseables parecieran no estar interesados, sobre todo después de leer la columna de Lady Whistledown, una autora anónima que escribe un boletín con todos los chismes que ocurren en la alta sociedad.
Es en ese momento que aparece el duque de Hastings, un hombre sin intenciones de casarse (y mucho menos de tener hijos), pero agobiado por la presión de la sociedad y la gran cantidad de madres que quieren “presentarlo” con sus hijas. Es en ese momento que surge un plan perfecto para esta improbable pareja: fingir que él la corteja, con la intención de ahuyentar a las madres de la sociedad y, por otra parte, poner celosos a los demás pretendientes, que rápidamente comenzarán a mirar a Daphne.
Como puedes ver, la historia pareciera no ofrecer “nada nuevo”. Sin embargo, la serie funciona a la perfección, con dos protagonistas muy bien elegidos, y varios personajes que potencian la ficción con escandalosas tramas de intriga y engaños… no solo enfocándose en la pareja inicial.
Además, durante toda la temporada permanece la constante incógnita sobre quién está detrás de “Lady Whistledown”, un elemento que genera mucha curiosidad en el espectador, quien también se suma en la búsqueda de la persona detrás de los chismes de la alta sociedad (cuya voz en off pertenece a Julie Andrews).
Por su parte, el vestuario es exquisito. Mientras que la decoración y cada detalle de la ambientación están muy bien cuidados; así como también el lenguaje empleado y la forma de hablar de sus personajes. Siendo una serie muy elegante y que divierte muchísimo.
Ahora bien, un detalle “negativo” es que los episodios tienen una duración promedio de 60 minutos (el último bordea los 70) y, pese a que están llenos de contenido y entretienen bastante, a ratos se sienten muy largos. En lo personal, los hubiese acortado un poco… pero son detalles.
La primera temporada de “Bridgerton” se estrenará el 25 de diciembre, y estoy seguro que no defraudará a los fanáticos del género, así como tampoco a aquellos que han leído las novelas que la inspiran (que ya están disponibles en librerías nacionales).
Deja una respuesta