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Entre tanto cómic extranjero muchas veces nos olvidamos de los productos nacionales. Es por esto mismo que cuando iba pasando por uno de los Bibliometros y divisé la novela gráfica de Francisco Ortega y Gonzalo Martínez, no dudé ni un segundo en pedirla.
Leo bastantes cómics, pero he de admitir que pocas veces he tenido la oportunidad de leer obras chilenas (además de «MochaDick«, leí «La Triología de la Meta Hulla«, de Francisco Ortega), y es por lo mismo que mi sentido arácnido vibró, y me dije que debía hacer una reseña de ésta maravillosa novela gráfica.
Sinopsis: La historia comienza en Tomé, el sur de Chile. Una gigantesca tormenta acarrea a un cachalote de enormes proporciones, y extraños rasgos. Caleb Hienam lo reconoce de inmediato y comienza a narrar la historia que sucedió hace años atrás, cuando con su amigo Aliro, descendiente Mapuche, se embarcaron en una maravillosa pero dolorosa aventura.
Luego de rescatar a los sobrevivientes de una ataque de una extraña ballena blanca, ambos amigos conocerán la leyenda Mapuche de la ballena Mocha, conocida como la madre de todas las ballenas. Iniciando así un viaje para detener la caza indiscriminada de ballenas, historia inversa a la que se nos cuenta en Moby Dick, en donde el afán por cazar a la ballena llevará a la locura al capitán del Essex.
Es interesante como este relato cargado de aventura se aleja de la conocida historia de Moby Dick, y se acerca a lo que los autores denominan como la historia original, que inspiró la famosa novela de Herman Melville. Y es que Mocha Dick toma inspiración directa de las creencias Mapuches existentes, otorgándonos así un relato fresco, que expone «la otra cara de la moneda» de la ya conocidísima historia; y que además funciona perfectamente como novela gráfica histórica, debido a toda la investigación realizada por los autores (dos años de investigación y gran biografía), esto por supuesto mezclado con la ficción.
Se nota mucho la evolución narrativa de Francisco Ortega. Si en «La Triología de la Meta Hulla» (bastante decepcionante para quien les habla) nos entregó personajes vacíos y sin motivaciones, aquí logra hacer lo contrario y superarse con creces, ya que cada personaje es entrañable y se siente su motivación desde un principio. Además, crea un excelente villano sin caer en los típicos clichés, algo que se agradece de sobre manera.
El dibujo de Martínez es en blanco y negro, algo que en un principio me desmotivó un poco, pero a medida que iba avanzando la lectura fui entendiendo su motivo. Este dibujo blanco y negro otorga al relato un ambiente más serio y oscuro, en donde los personajes son retratados de manera precisa y eso es un gran aporte para la narrativa de la obra.
A pesar de tener 123 páginas, la novela se te hace sumamente corta, ya que te atrapa desde un principio y al estar cargada de aventura, no se hace tediosa ni aburrida. Yo lo terminé en un rato, y es que enseguida me encariñé con los personajes y me sumergí en la trama.
En conclusión, debo decir que Mocha Dick superó mis expectativas. La maravillosa narrativa de Ortega y el excelente dibujo de Martínez (excelentes planos y perfectos detalles en los barcos) hacen que este cómic sea desde un principio emocionante, atrapante y hasta adictivo. Es genial ver como se plasma parte de la cultura chilena en las páginas y como ésta es mezclada de manera perfecta con la ficción que nace de la imaginación de los autores. Si eres amante de los cómics, sí o sí debes leer Mocha Dick, de seguro que te encantará, y tal como a mí, te dejará deseando ver más trabajos de esta maravillosa dupla de artistas.
Por último, debo decir que Mocha Dick no tiene nada que envidiarle a los cómics de Marvel o DC, es excelente ver como la novela gráfica chilena avanza a pasos agigantados. Tú no la dejes de leer.
Ojo: Al final del cómic se encuentra un glosario que explica todos los términos más «técnicos» utilizados por los personajes… te recomiendo comenzar leyendo dicho glosario, eso te ayudará a entender de mejor manera la lectura de la novela gráfica.
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