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¿Será que hay crisis y ya son pocos los buenos guionistas? ¿No hay nuevos personajes? ¿Hay que reemplazar los “clásicos”? ¿Los directores de hoy en día se sienten nostálgicos? Quién sabe… el punto es que nuevamente podremos disfrutar de las aventuras de “Conan, el bárbaro” en la pantalla grande.
Aun así, si espera una adaptación fiel a la película de 1982, no se equivoque, no será así. ¿Una continuación? Tampoco. Pues la nueva versión de Conan es el intento de presentar el héroe a las nuevas generaciones, aprovechando el legendario nombre y entregándonos una historia sin grandes pretensiones pero entretenida y repleta de acción.
En esta nueva entrega, Conan nace y crece en un mundo de batallas donde la sobrevivencia del más fuerte es ley. Hijo del jefe de una aldea bárbara es obligado a presenciar cómo los guerreros enemigos arrasan con su hogar y asesinan a todos sus familiares. De esta manera, con sed de venganza, Conan grabará en su memoria el rostro de la persona que le arrebató todo; el tirano Khalar Sym, un hombre cruel y obsesionado con la máscara de Acheron, ya que esta le permitirá revivir a su difunta esposa hechicera y convertirse en dios.
En pocas palabras, es el héroe típico que termina una batalla para entrar en otra y de esta forma se va desarrollando progresivamente el relato hasta conocer a la doncella en peligro.
Protagonizado por Jason Momoa (Khal Drogo, Game of Thrones), un hawaiano que por su condición física logra asemejarse al personaje e incluso estar al nivel de su antecesor Arnold Schwarzenegger. A su vez, se debe decir que Momoa tiene carisma y le saca provecho. Es joven y fuerte, lo cual lo demuestra con potencia en las secuencias de lucha, las que son bastante interesantes y están bien trabajadas.
La narración es un poco floja al verlo en perspectiva debido a que no potencia ni a los personajes (no es que tengan mucho que ofrecer, pero podrían haber sido más interesantes) ni a la historia en sí misma. Por otro lado, con respecto a la fotografía, es correcta y bien lograda, complementándose perfectamente y otorgando un toque más natural a la fantástica historia.
Se nos presentan los estereotipos de héroes y villanos típicos, las fuerzas en pugna que cumplen con lo anteriormente establecido sin romper el esquema ni proporcionar nada nuevo. Sobre esto, cabe decir que la química entre la pareja protagonista es bastante buena y funciona muy bien en pantalla. Por otro lado, destaco el personaje bien caracterizado de Rose McGowan, la cruel bruja hija del tirano, la cual sin duda fue una gran transformación y uno de los personajes que le dio un toque a la película. Al mismo tiempo, existen algunos personajes extras que parecían tener la intención de involucrarse pero que finalmente quedaban en una línea fronteriza sin arrebatar protagonismo a los personajes principales, pero que intentaron brindar momentos cómicos a la historia.
“Conan, el bárbaro” prometía acción y cumple con ello, manteniendo atento y entretenido al espectador, sin complicaciones y fácil de digerir. Buenas tomas y secuencias, en las escenas de lucha, las cuales son lo mejor de la película. Notables peleas bien sincronizadas, salpicaduras de sangre y efectos especiales.
Stephanie V.B.
PD: como fanática de Games of Thrones, sonreí idiotamente cuando Momoa dijo “Khal”
es horrible la pelicula… y el 3d peor!