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Muchos hablan sobre la decadencia de Woody Allen en los últimos años, he de reconocer que la potencia de sus relatos se ha visto un tanto debilitada, pero la historia que se nos entrega en esta ocasión en “Medianoche en Paris” es en extremo interesante, bien interpretada y delicadamente trabajada. Presentándonos un viaje reflexivo donde se nos demuestra que por más que anhelemos el pasado, debemos ser capaces de mirar hacia el adelante.
Un gran mensaje que se sabe aprovechar y al cual se le aplica un toque diferente al momento en el que el film nos transporta literalmente al pasado que tanta añoranza provoca en el protagonista. El cual, para cualquiera que sea seguidor del director, podrá notar la innegable auto referencia que se realiza.
El protagonista, Gil (Owen Wilson), es un guionista de éxito que viaja junto a su novia (Rachel McAdams) y sus futuros suegros a Paris. Insatisfecho con su trabajo, sintiéndose mediocre y perdido en la vida. Gil, sufre del inconformismo que todos hemos sentido alguna vez con los aspectos de nuestra vida, considerando que cualquier tiempo pasado es mejor al presente. De esta manera, constantes dudas lo acechan con respecto a su proyecto de novela, por lo que en su intento por buscar inspiración y consuelo en la capital francesa que tanto adora, decide recorrer sus calles a media noche. A partir de entonces, comienza la magia, pues nuestro protagonista se encontrará con personalidades como Ernert Hemingway, Pablo Picasso, Scott y Zelda Fitzgerald, Luis Buñuel, Salvador Dalí, por mencionar algunos. Estos, a través de las conversaciones que sostengan con Gil, le aconsejaran sobre su propio destino, su novela e incluso su vida.
Cabe mencionar que aunque la historia tiene su lado fantástico, se nos entrega de tal manera que la creemos con facilidad y nos sorprendemos frente a cada nuevo personaje que aparece. Personajes históricos y admirados a lo largo de la historia que son un gusto para ver en la pantalla grande.
Se abre la película con un verdadero tour por Paris, un tributo al arte y la bohemia de la ciudad haciendo uso de imágenes bien cuidadas donde no son necesarios los movimientos bruscos de cámara, pues se da su tiempo para captar la esencia de cada imagen. Un notable retrato urbano, a ratos casi propagandístico pero que gracias a esa magia multifacética de la ciudad, pasa desapercibido. Con esto, está de más decir que la película nos ofrece un notable trabajo en Dirección de Arte que da gusto apreciar. Además, no sólo se nos permite encontrarnos con una detallada imagen y de alta calidad fotográfica, sino que también tenemos todo un festín con las apariciones de variados actores que le dan su propio toque al relato con cada intervención
Sorprende que el actor principal sea Owen Wilson, pues su estilo interpretativo es diferente a lo que el director suele manejar, pero la decisión no es errónea, pues el joven actor sabe darle carisma, un poco de inocencia y humor a su actuación, contribuyendo a un creciente agrado hacia su personaje. Su gran interpretación, ilustra correctamente el estilo y carácter que se desea personificar, el cual se potencia con cada nueva aparición de alguno de sus ídolos artísticos. Los cuales son representados con actores de renombre que en cierto modo caricaturizan a las figuras históricas de los años 20, pero que no dejan de lado la inspiración que le provocan al protagonista. Con ello, nuevamente, se nos demuestra por qué Woody Allen es un gran director, pues sin duda supo sacar provecho de cada uno de los actores, potenciando sus interpretaciones y consecuentemente la historia en general.
A su vez, cabe destacar, entre todas dichas apariciones del elenco, la interpretación de Adrien Brody que aparece sorpresivamente frente a la pantalla recreando al pintor Salvador Dalí. Su carisma frente a la cámara es notoria y para decirlo en pocas palabras sería, simplemente; inolvidable.
Sin duda, se transmite el encanto de la ciudad, quitándonos una sonrisa y dejándonos una agradable sensación al terminar el film. Muy recomendable, ideal para todos aquellos que consideramos que nos equivocamos de época al nacer y nos gustaría vivir en el tiempo que tanto admiramos. Medianoche en París es un film destacable, digno de verse en gran pantalla.
Stephanie V.B.
Ya amaba esta pelicula, por su historia, personajes y director..pero ahora , tras leer la critica, mi entusiasmo se ha incrementado al triple ! espero verla 🙂 muchas gracias.