[Crítica] «Cars 2»: Jaque Mate!

El Rayo McQueen junto a su amigo Mate, cruzan el océano para participar del primer “Grand Prix Mundial”, compitiendo contra los mejores corredores. Pero las cosas se complican para McQueen, cuando Mate se ve envuelto en una peligrosa aventura, convirtiéndose en el protagonista de una misión de espionaje internacional.

En  Radiators Spring, todos esperan la llegada de El Rayo McQueen tras su participación en La Copa Pistón. En especial Mate, quien no quiere desperdiciar ni un minuto junto a su amigo. Pero en uno de sus actos impulsivos, la incondicional grúa obliga a McQueen a participar en el “Grand Prix Mundial”. El evento, organizado por un ex magnate petrolero, tiene como fin promocionar su biocombustible, que promete destronar al petróleo.

Esta es sin duda una de las propuestas más arriesgadas de Pixar/Disney, quien se adentra en territorios políticos al referirse a un tema tan complejo como lo es el petróleo. Plasmando una severa crítica contra la industria mientras se desarrolla la trama con la carga afectiva habitual de los personajes.

Cars 2 presenta una atmosfera completamente distinta a la que habíamos visto en la primera entrega. Sufre una reestructuración de su esencia, en un trabajo mucho más elaborado, desde el punto de vista técnico y narrativo. Donde la prioridad no es emocionar, si no entretener.

Un proyecto bastante ambicioso si consideramos que Cars es uno de los puntos débiles de Pixar, ya que carece de la mágica conexión emocional con la que se ha logrado cautivar al espectador en otras cintas, como Toy Story, Buscando a Nemo o WALL-E.

Es por esto que la cinta no intenta imitar o continuar con el desarrollo del personaje poco carismático de McQueen, dándole a Mate la gran oportunidad de brillar en una trama que se mueve con agilidad, con una presentación bastante novedosa al convertir “Cars” en una verdadera película de “James Bond”.

Al fin vemos al protagonista emprendiendo un viaje de autodescubrimiento que logra tener un cambio evolutivo de su personaje, en una jugada maestra que le permite a “Cars 2” sobrevivir a “la maldición de las segundas partes”, y a Mate, robarse (literalmente) la película.

Algunos personajes refrescan la pantalla como el espía británico Finn McMissil (Michael Caine), o el rival de McQueen, el italiano Francesco Bernoulli (Jhon Turturro).   Con una serie de guiños, desde cameos de pilotos de fórmula 1 como el Ruso Vitaly Petrov, el Alemán Sebastian Vettel, el Español Fernando Alonso y el Inglés Lewis Hamilton, hasta los comentaristas deportivos (y antiguos corredores) David Hobbs (Hobbscap), Darrel Waltrip (Cartrip) y Brent Musburger (Mustangburger) como el relator del Grand Prix Mundial, e incluso el mismo Jhon Lasseter (Director de la cinta). Como también sucede con figuras icónicas de los países que sirven de locación, como La Reina Isabel junto al príncipe William y La Guardia Real en Inglaterra, o los luchadores de Sumo y Geishas en Japón.

“Cars 2” posee una fotografía extraordinaria. Su calidad visual confunde al espectador, con imágenes tan reales que uno olvida a ratos que está viendo una película de autos parlantes. Sumado a las veloces escenas de acción de la carrera que nos transportan a una adrenalínica competencia de “Need For Speed” alrededor del globo.

“Cars 2” es sin duda una buena película, a pesar de que no enamora al espectador, sí consigue encantarlo con una innovadora trama, llena de acción y aventura donde el concepto central es aprender a valorarse, reforzando la amistad y la confianza en uno mismo.

Ideal para verla en familia, aunque los grandes disfrutarán más por las bromas y guiños en la película, en especial en la versión subtitulada, donde se podrá disfrutar de las voces y acentos originales.

PD: El efecto 3D resalta en algunas escenas de acción, pero no es indispensable.

Entretenida.

Pastitoway.