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Una vez más, gracias a la gentil invitación de nuestros amigos de “Bf Distribution”, tuvimos el agrado de ver “Culpable o Inocente”. La adaptación cinematográfica de la novela: “El Inocente” (The Lincoln Lawyer), protagonizada por Matthew McConaughey, junto a Ryan Phillippe.
Mick Haller (McConaughey) es un inescrupuloso abogado criminalista que recorre las calles de Los Ángeles mientras dirige su bufete desde el asiento trasero de su “Lincoln Town Car Cartier”, representando a “destacados” clientes de Beverly Hills. Pero, todo se complica cuando es contratado por un millonario playboy, acusado de atacar brutalmente a una mujer.
“Culpable o Inocente” gira alrededor de Mick Haller (McConaughey) y el caso de violencia donde representa a Louis Roulet (Ryan Phillippe). El drama judicial intenta moverse al ritmo de un thriller, pero solo a momentos lo consigue, sin embargo logra adquirir una atmosfera dramática mezclada con el suspenso, lo cual impide bajar la guardia en sus dos horas de duración.
La trama conduce al protagonista a un conflicto personal, donde la ética profesional juega un rol fundamental. Al verse atrapado en un conflicto de principios al defender a una persona sin saber si es en realidad culpable o inocente. Presionado por ganar el juicio, proteger su carrera y hacer lo correcto.
“Culpable o Inocente” nos muestra un mundo deshonesto, frío, con caretas por doquier, donde las falencias de un sistema judicial revelan que las herramientas de protección que otorga el estado se desarticula por la ineficacia de dicho sistema, dejando vulnerable a los usuarios a sufrir las consecuencias de una mala práctica.
La fotografía de la cinta destaca este aspecto falto de calidez, con imágenes obscuras, apagadas, que son acorde al relato, pero que dificulta establecer alguna conexión emocional con la película. Además el juego de cámara, con primeros planos que se acercan y retroceden, resulta molesto e irrelevante.
El director Brad Furman no da oportunidad de que los actores sobresalgan en la trama, pero tampoco los opaca; genera actuaciones precisas. Quizás sea la falta de experiencia de este novato director, o tal vez el guión a cargo John Romano y Michael Connelly; autor de la novela, quien no pudo desmarcarse del libro dando por cierto algunos hechos que solo terminan perjudicando las interpretaciones, ya que comete el error de no profundizar en ciertos aspectos de los protagonistas, dejando cabos sueltos al momento de comprender el por qué del comportamiento de algunos personajes.
La caracterización de McConaughey se vuelve un tanto cliché al crear un personaje que le hace honor a la mala fama de los abogados. Un galán carismático, astuto, manipulador y sin escrúpulos en el ámbito profesional. Aunque a ratos cae en la exageración con su personaje, se mantiene airoso durante su transición.
El resto del elenco, conocidos y talentosos rostros, aportan consistencia a la historia, como piezas de un engranaje donde todos calzan en el lugar que corresponde. Marisa Tomei como la ex esposa de Heller, quienes tienen una relación bastante singular, William H. Macy un policía retirado que colabora en los casos de Mick Heller, Bryan Crunston como un detective que llega a complicarle la existencia al protagonista, Michael Peña que interpreta a un convicto que fue representado por Heller, Frances Fisher como la madre de Louis Roulet, junto a Jhos Lucas (el abogado querellante) y Jhon Leguizamo.
“Culpable o Inocente” consigue envolver al espectador en el mundo de los litigios con una historia que puede no ser nueva, pero que resulta interesante y atractiva. Con un gran elenco que sustenta la trama, haciendo casi imperceptible el paso de las horas.
Ideal para amantes del drama judicial.
Interesante.
Pastitoway.
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