[Crítica] La Huésped: mucho mejor de lo que esperaba

Nuevamente tenemos en cartelera una adaptación literaria, en esta ocasión, basada en la última novela escrita por Stephenie Meyer, más conocida como «The Host».

En un intento por escribir de ciencia ficción, La Huésped nos inserta en un mundo que ha sido invadido por una fuerza externa a nuestro planeta. Ahora, los seres humanos se han convertido en simples envoltorios de los invasores, los cuales se apoderan de sus mentes mientras mantienen el cuerpo intacto. Cuando Melanie (Saoirse Ronan), uno de los pocos humanos “rebeldes” que quedan, se ve capturada, está convencida de que ha llegado su fin. Wanderer, el “alma” invasora asignada al cuerpo de Melanie, es avisada de las dificultades que implica vivir dentro de un ser humano: las emociones irrefrenables, el torrente de sensaciones, los recuerdos demasiado vívidos. Por si fuera poco, la antigua inquilina del cuerpo se niega a ceder el control de su mente. Así, irán levantando sospechas y llegará el momento en que Wanderer y Melanie comenzarán a comprenderse, viéndose obligadas a aliarse y emprender un incierto y peligroso viaje.

Esta nueva adaptación se ha promocionado alrededor del mundo bajo la sombra de la saga Twilight y cabe decir que pese a las constantes comparaciones e incluso más de alguna similitud, este film, sin duda, está mucho mejor armado y construido. La línea narrativa está mejor enlazada y no hay tantos vacíos.  Al mismo tiempo, tenemos presente a una actriz protagonista mucho más competente, Saoirse Ronan, quien no se destaca mucho pero cumple.

Por otro lado, pese a que existe una premisa y conflicto interesante en la historia, tal y como lo es la invasión de cuerpos y la lucha mental, lamentablemente se deja de lado y se prefiere dar protagonismo al triángulo, o más bien, cuarteto amoroso a tres cuerpos. Donde la construcción de personajes deja bastante que desear, pues ninguno logra identificarnos o encantarnos, en este caso, sólo los lectores de la novela podrán tener algún favorito.

Todo es muy correcto. Hay algunos encuadres de cámara interesante, pero la dirección de arte es un tanto floja. La villana de turno no tienen mucha fuerza, aunque está bien interpretada. Y es sólo en el final cuando se le da un poco de énfasis a la problemática más allá del grupo protagonista y nos centramos en la invasión, ahí es cuando la cosa de pone más interesante, pero nos deja con un final abierto que intenta causarnos intriga y está a la espera de los resultados de taquilla para evaluar su continuación.

Este estreno está pensado para satisfacer al público femenino, pero se agradecería que la industria pensará que somos algo más que triángulos amorosos.

Regular.