[Crítica] Transformers 3: El Lado Oscuro de la Luna: «Sin ticket de cambio»

Sam Witwicky se enfrenta a la edad adulta tras salir de la Universidad. Junto a su nueva novia se ven envueltos en un conflicto vinculado a la carrera espacial entre URSS y los EE.UU., donde la llegada del hombre marcó el descubrimiento de restos de una nave espacial oculta en el lado oscuro de la Luna. Los Autobots deberán viajar hasta ella y conseguir el valioso secreto escondido para luchar contra los Decepticons.

“Transformers 3: El Lado Oscuro de la Luna” es sin duda uno de los mega estrenos más esperados de la temporada, pero también, uno de los más decepcionantes.

La película da un giro al mezclar la realidad con la ficción, no me refiero a nombrar al presidente de turno, sino al enlazar el relato con hechos históricos como la carrera espacial y la llegada del hombre a la Luna. Pero la formula ya vista en otras cintas (como en X-Men: First Class), no da resultado.  Es un tanto descuidada, demasiado falsa.

Luego nos encontramos con las desventuras de Sam Witwicky, quien es mantenido por su nueva novia (Rosie Huntington-Whitele) mientras intenta encontrar un empleo; lo que se convierte en un gran paréntesis que le quita seriedad y protagonismo a Optimus Prime y compañía. Aquí nos encontramos con la frustración de un joven héroe que no es reconocido como tal, desconforme con su vida normal, alejado del protagonismo que le otorgaban los Autobots.

El personaje más desagradable, monótono y estúpido, resulta ser el protagonista (un verdadero teenager), de una cinta de Robots. Donde intentan mantenerlo a flote al introducirlo y conectarlo (de las formas más absurdas) a la historia central. Con una participación forzosa, que se hace evidente al pasar los minutos, con una serie de situaciones forzosamente graciosas, con los ingredientes cliché de las secuelas: bromas en exceso, incluyendo las sexuales y la infaltable cuota de sensualidad por parte del rol femenino.

Sin duda, lo mejor de la película, aparte de ver maravillosos autos transformarse en enormes robots, es el elenco. John Malkovich, Frances McDormand y Patrick Dempsey. Quienes consiguen hacer un buen trabajo, a pesar de la dificultad del guion. Pero el collage que se forma, nos hace preguntar: ¿Qué diablos hacen ellos aquí?, ¿Era necesario ensuciar la reputada carrera de estos actores?

El dinero es la respuesta. El mismo que mueve montañas y que consigue la aprobación para hacer las secuelas, o las adaptaciones del cine de clásicos como Transformers y convertirlos en chatarra de primera.

Michale Bay, no sirve poner a Ken Jeong y sacarnos un par de risas como para llevarte mis felicitaciones. Lo que más lamento, es que las entradas al cine no vienen con derecho a devolución por no quedar conforme con el producto.

Decepcionante, pero pasable.

Pastitoway.