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Han pasado poco más de 22 años desde que vimos en la televisión la famosa comedia «Sabrina, la bruja adolescente», una producción que marcó a muchos. Por eso mismo es que cuando Netflix anunció el estreno de una nueva versión original de la joven hechicera, todos quedaron atentos a lo que estaba por venir.
Pero si recuerdan las graciosas historias del show noventero, no piensen encontrarse con eso al ver «El mundo oculto de Sabrina», porque esta adolescente a llegado a la plataforma de streaming más empoderada y mucho más oscura.
Sinopsis: Mitad bruja. Mitad mortal. Sabrina (Kiernan Shipka) cumple 16 años y debe decidir entre el mundo de los brujos con su familia y el de los humanos con sus amigos. Al lado de sus tías (Miranda Otto, Lucy Davis), su gato Salem y su novio Harvey Kinkle (Ross Lynch), enfrentará las atrocidades y aventuras del misterioso pueblo de Greendale. De los productores ejecutivos de «Riverdale», llega otra historia escalofriante.
Si bien el trailer nos adelantó la estética oscura de la serie, también nos promete algo de humor, lo que es una falsa esperanza, ya que durante todos los capítulos lo que prevalece es el romance y drama adolescente.
No esperen encontrar algo parecido a la comedia de los noventa, protagonizada por Melissa Joan Hart. La versión de Netflix se aleja de todo concepto humorístico y nos adentra en la transformación espiritual y personal por la que pasa Sabrina Spellman.
La trama de la serie es algo complicada de comentar. Al inicio tenemos los dos primeros capítulos que parten muy bien; nos cuentan quién es Sabrina, su círculo de conocidos, amigos y familia, nos narran su principal conflicto, pero también se desarrolla muy rápido.
Por esta razón es que en el medio -son 10 episodios en total- la trama se vuelve un poco aburrida y muchas veces hay pequeños conflictos que solo parecen relleno para completar con la tanda de capítulos.
En los últimos tres episodios logra repuntar. Finalmente vemos un problema más complejo que requiere de más minutos en pantalla para solucionar. Aquí es cuando nos logra enganchar mejor, no puedes dejar de ver el siguiente capítulo y nos deja esperando más para la segunda parte que está por venir. Pero se demora en volverse realmente imperdible, por lo que muchos pueden dejar de verla en la mitad si se aburren.
En general, esta es una Sabrina muy distinta a la que conocíamos. Kiernan Shipka interpreta a una bruja mucho más decidida con todo, con sus opciones, su amor, con sus amigos, su familia y su futuro. Lo que decide, lo hace, y lo lleva a cabo hasta el final, a pesar de las consecuencias. Ella sabe que es poderosa y muchas veces se aprovecha de eso.
Es una Sabrina que, si bien no sabemos con exactitud en qué época está, tiene la determinación de una joven de estos tiempos. Es una Sabrina muy del siglo XXI.
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