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Antes de que el vigilante murciélago fuese conocido como un personaje con una temática bastante oscura, en los años 60 el personaje se hizo fama a través de una serie cómica, siendo Adam West el encargado de interpretar a un Batman carismático y mucho más ligado a la diversión que al sufrimiento.
Y aunque el actor tuvo problemas para despegarse del papel protagónico que lo impulsó a la fama (encontrándose con una barrera para interpretar otros personajes en nuevos proyectos cinematográficos y televisivos); enfrentó la situación con humor, siendo partícipe en el último tiempo de la serie “Padre de Familia”, interpretando al alcalde de la ciudad, Quahog; y visitando convenciones para recordar, junto a su fans, su anhelada y amada época en donde era el excéntrico y carismático Bruce Wayne.
“No puedes interpretar a Batman de una forma seria y con la mandíbula cerrada sin darle a la audiencia el sentido de que hay algo detrás de la máscara que quiere salir, que está un poco loco y que es extraño“, dijo el actor sobre el héroe que le tocó interpretar, dejando en claro que no hay una sola forma de personificar al justiciero de ciudad Gótica. Por su parte, la familia del actor comentó: «siempre se vio como El Caballero De La Luz y buscaba tener un impacto positivo en sus fans«.
Muy alejada de la idea que todos conocen actualmente del señor oscuro, para toda una generación, Adam West fue, es y será uno de los mejores Batman de la historia, que hoy en día deja a una fanaticada triste, luego de haber partido de este mundo a los 88 años de edad producto de una leucemia.
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