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La unión Marvel-Netflix ha demostrado ser bastante prolífica. Desde sus comienzos, con la producción de la aclamadísima «Daredevil», nos ha otorgado series contundentes, las cuales logran sorprender de forma positiva tanto a la critica como a los fanáticos. Es por ello que la serie Iron Fist nos tenía a todos con las expectativas por las nubes, ya que además de tratarse del último defensor -y del golpe final de Netflix antes del ansiado crossover– se trata de la adaptación de un famoso personaje que tiene bastante peso en los cómics de La Casa de las Ideas.
Lamentablemente este golpe final de Netflix antes del estreno de «Los Defensores» se siente bastante débil. Da la impresión de que se han desinflado notoriamente, debido a que la serie además de no ser una muy buena adaptación al personaje creado por Roy Thomas y Gil Kane, peca de ser bastante mediocre. Y eso duele, ya que no es a lo que Netflix nos tiene acostumbrados.
Sinopsis: «Después de regresar a Nueva York tras estar años perdido, Daniel Rand combate a los criminales de la ciudad con su increíble dominio del kung-fu y su habilidad para convocar el increíble poder del Puño de Hierro, incluyendo detener a una organización maligna como La Mano.»
Primeramente quisiera decir que creo que Iron Fist es la serie más floja de Marvel/Netflix. Junto con eso, me gustaría aclarar que está lejos de ser una basura, pero lamentablemente se aleja de los altos parámetros de calidad que pudimos apreciar en Daredevil, Jessica Jones y Luke Cage.
Solo Fist, sin Iron
Una de las cosas que más llamó mi atención a medida que veía la serie es que lamentablemente nos encontramos frente a una mala adaptación del personaje. No me malentiendan, la historia se nos cuenta de una manera similar a la que vemos en los cómics, de hecho muchos de los elementos del tebeo se mantienen en esta serie, tales como la importancia de K’un-Lun, el dragón Shou-Lao el Inmortal, la historia familiar de los Rand, etc. Pero la falla principal es que el elemento más importante del personaje -elemento característico por cierto- no está adaptado de manera correcta. Estoy hablando justamente de las peleas y la clásica apariencia de los puños dorados. Durante los 13 capítulos las peleas y coreografías son bastante escuálidas y, sin duda alguna, no están al nivel que Iron Fist merece.
Las escenas de lucha son bastante aburridas y lamentablemente pasan a segundo plano dentro de la serie. Grave error, ya que bien sabido era que esta era la serie que necesitaba tener buenos efectos y peleas alucinantes. Justamente porque estas son características muy importantes para el personaje. Uno podría pensar que se debe al realismo que desde siempre Netflix ha otorgado a los héroes adaptados, pero de igual manera en esta oportunidad no lo dejo pasar. Aquí era justo y necesario tener los puños de hierro en su máximo esplendor.
Problemas con los personajes
Otro punto negativo es la interpretación de Finn Jones como Dany Rand (Iron Fist). El joven actor no parece expresar el carisma necesario para encarnar al personaje, ya que en variadas ocasiones se siente ausente aquel vinculo que conecta a la audiencia con Dany Rand. No me queda claro el motivo, pero siento que es un problema de dirección, ya que Finn Jones en anteriores ocasiones ha demostrado ser un excelente actor.
El lado positivo de esto es que la serie se dedica a explorar personajes secundarios, los cuales pasados unos cuantos capítulos se hacen mucho más interesantes que el mismo Iron Fist. Harold, Collen, Joy y Ward, son algunas de las figuras que se nos van presentando y son bastante llamativas, ya que dentro de su estructura se incluyen múltiples virtudes, en conjunto con oscuros demonios, lo que desencadena una constante lucha dentro de cada uno de ellos.
Una fórmula que aburre rápidamente
Si tuviera que escoger una frase para las series que han producido Marvel y Netflix elegiría sin dudas aquella que reza lento pero seguro. Esto se debe a que, en anteriores entregas, ha quedado demostrado que el ritmo es progresivo y poco a poco va cautivando a los espectadores. Lamentablemente en Iron Fist aquella formula falla, ya que sus problemas narrativos impiden que el desarrollo de la trama se haga interesante o llamativo. Los primeros capítulos sirven como una introducción bastante pareja, el ritmo va creciendo de a poco, pero cerca del episodio 7 la serie cae en picada notablemente.
La constante repetición de la dinámica gato-ratón es, en la opinión de este humilde servidor, la razón por la cual la serie aburre bastante rápido. Pareciera que toda la serie trata de como Dany se esconde y qué ocurre en el momento en que lo atrapan, para luego dar paso a un nuevo escondite y así repetitivamente.
La ausencia de un buen villano
Los villanos han sido fundamentales para la consolidación de las series de Marvel. Desde la perfecta interpretación de Vincent D’Onofrio como Wilson Fisk en Daredevil, ha quedado demostrado que Netflix logra presentar villanos a la altura, algo que es una falla constante dentro de las películas de Marvel. Luego de Luke Cage, me atrevería a decir que Iron Fist cuenta con uno de los villanos más pobres de todas las series de los defensores. Para evitar spoilers no diré quien es, pero me gustaría agregar que ha sido una de las mayores desilusiones de esta serie.
Un punto a destacar, y algo que por cierto suma mucho a la serie, es la inclusión de Madame Gao y La Mano dentro del argumento principal. La serie explora a la malvada organización que se nos presentó por primera vez en Daredevil, resolviendo así varias dudas sobre su origen y propósito.
No se siente como la última pieza de un rompecabezas
Marvel ha cimentado poco a poco el camino para la serie Los Defensores. Esta reunirá a todos los héroes callejeros de Netflix, tales como Jessica Jones, Luke Cage, Daredevil y finalmente Iron Fist.
Debido a que Iron Fist es la última serie antes del gran crossover televisivo muchos fanáticos esperamos ver la conexión final con los demás personajes de Netflix-Marvel. La ausencia de tal conexión no es un punto negativo de por si, pero en lo personal, he sentido que desperdiciaron una gran oportunidad. Sí, tenemos pequeños guiños a las otras series, pero lamentablemente el final de Iron Fist tiene más que ver con una nueva temporada que con un nexo a Los Defensores.
Aquello me hace reflexionar sobre la excesiva confianza que Marvel está adoptando poco a poco. En un comienzo se habló de solo una temporada por Defensor, pero poco a poco hemos visto como este universo televisivo va en expansión. Prueba de ello es la segunda -y tercera ya confirmada- temporada de Daredevil y la confirmación de que tendremos segunda temporada de Jessica Jones. Ahora es cosa de tiempo para que nos digan que tendremos más temporadas de Luke Cage e Iron Fist. Esperemos que tengamos más calidad que cantidad.
Para finalizar me gustaría repetir que Iron Fist está lejos de ser una serie asquerosa. Probablemente en una actitud más bien relajada seas capaz de disfrutarla, pero lo cierto es que en comparación con las otras series de su universo se siente bastante floja. No logra concretar un argumento llamativo, se siente vacía y en ningún momento abandona su lentitud inicial. Al terminar de verla te aseguro que sentirás que Marvel podría haberlo hecho mucho mejor, que había mejores maneras de tratar al querido Dany Rand.
De todas maneras la invitación a verla está hecha, ya que se trata de una pieza fundamental del universo (¿televisivo?) cinematográfico de Marvel. Ahora solo nos queda esperar que Los Defensores nos muestren al verdadero Iron Fist y que en conjunto con los demás héroes nos otorguen una serie a la altura del hype que poco a poco nos han ido generando.
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