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Después de cinco años, la FestiGame 2016 llegó con grandes novedades, acompañada con un mejor espacio y en la semana del día del niño. Pero entre los stands de comida, juegos, tiendas, conferencias y realidad virtual, siempre existirá una rivalidad a la luz, la de Sony contra Microsoft, o en este caso, la PlayStation 4 contra la Xbox One.
Por estas razones, los invito a ver lo bueno, lo malo y lo feo, sobre los stands de estas dos monstruosas compañías.
El espacio:
En términos de espacio, las dos compañías tenían respectivamente lo mismo, pero en términos de contenido, es cuando podemos observar las diferencias.
Sony contaba con más consolas para jugar cada respectivo juego. Como contra, nos encontramos con el poco espacio para los jugadores, se sentía un espacio mucho más pequeño y comprimido, en especial cuando contamos las consolas, las personas, los cordones para no pasar y la instalación de un “segundo piso”.
Al contrario, Microsoft tenía un espacio mucho más limpio a la vista, simplemente tenía las consolas y un pequeño escenario. Como ejemplo, mientras Sony contaba con cinco manubrios para jugar, Microsoft solo contaba con uno.
Los juegos:
Ambas compañías nos presentaron un excelente abanico de juegos para esta FestiGame 2016. Desde títulos de aventura, shooters, carreras, deportes e incluso artísticos.
Sony se presentó con juegos como Gravity Rush 2, OverWatch, Doom, FIFA 17, algunos más experimentales como Bound, incluso manubrios para jugar Gran Turismo Sport, entre otros. Mientras que Microsoft nos entregó Gears of War 4, The Division, Killer Instinct, Dead Rising 4, Minecraft y otros títulos.
Como pueden ver, los títulos son variados y había algo para cada persona. Lo cual es una excelente muestra por parte de las dos compañías. El que presentaba un poco más de problemas en este ámbito es Microsoft, debido a que intento poner algunos títulos solo por su popularidad, por ejemplo, tenemos a Gears of Wars: Ultimate edition y Minecraft.
El primero se veía un poco flojo, debido a que independiente del peso que tiene como juego, ya es un título pasado, por lo que la gente no se sentía muy atraída y prefería probar otras cosas. Por el otro lado tenemos Minecraft, el cual, aunque goce de excelente popularidad, especialmente entre los más pequeños, es un título que requiere tiempo, debido a su mecánica de construcción, sobrevivencia y paciencia, por lo que no pegaba mucho para jugarlo solo unos minutos.
El espectáculo:
Sony nos preparó una actividad bastante entretenida e hizo que su stand tuviera un excelente movimiento, pero al mismo tiempo orden, se basaba en la entrega de una tarjeta con 6 casillas, las cuales tenían los nombres de los juegos presentes en la exposición. Después de probar un juego, los encargados te timbraban la casilla correspondiente. Cuando completabas la tarjeta, podías intercambiarla por un premio en un pequeño quiosco que tenía el stand.
En nuestro caso, solo pudimos cambiarla por uno de los posters que tenían, pero ¿Eso arruino la experiencia? Claro que no, debido a que pudimos probar los diversos títulos que Sony nos tenía preparado, pero además, la emoción de jugar y poder conseguir algo, por muy pequeño que pueda ser, sigue siendo latente en uno. Obtienes esta experiencia de progreso por cada timbre.
Los problemas que esto generó, fue debido un poco la organización de la actividad y el espacio al que nos referimos anteriormente. Obviamente la gente salta y se emociona cuando se menciona la palabra “gratis” o “regalo” (incluyéndome), por lo que la cantidad de gente en el stand de Sony fue considerable y por lo mismo, se generaron enormes filas para algunos juegos, como OverWatch, mientras que los otros juegos que no estaban presentes en la tarjeta quedaban medios botados, y por otro lado, no tenías mucho tiempo para disfrutar de cada uno, al punto de que si te tocaba una consola que estaba cargando, podías empezar a despedirte de tu tiempo de juego.
El caso de Microsoft es todo lo contrario, debido a que no tenían ninguna actividad para los jugadores. Esto puede parecer algo bastante flojo, pero realmente tuvo sus pros. Primero que nada, no habían filas para poder disfrutar de sus juegos y además, podías jugar un tiempo extenso. Es más, nunca me sacaron de ninguno de sus títulos y se sentía que la misma gente era consciente de que otras personas estaban esperando su turno. Por lo que se consiguió un ambiente mucho más grato y cómodo.
Para finalizar:
Las dos compañías hicieron un gran trabajo dentro de la FestiGame 2016, presentándonos un diverso catálogo de juegos para cada consola y animando a las masas. Al hacer esta comparativa, la idea no era necesariamente buscar un ganador para este año, debido a que cada una puso distintas cartas sobre la mesa.
Independiente de que podamos situarnos de un lado u otro, basados en los regalos, el espectáculo o simplemente en la cegada del fanatismo, debemos apreciar que las dos compañías hicieran lo suyo, demostrando que son distintas. Mientras Sony nos presentó un show mucho mas frenético y acelerado, Microsoft nos ofreció uno mucho mas relajado y abierto. De esta manera se crea una variedad para un evento como la FestiGame.
Porque podemos sentarnos y desmembrar de manera entusiasta el show que nos dieron, como si fuéramos un carnicero en fiestas patrias, pero al final del día, no podemos argumentar contra la diversión, y en eso las dos cumplieron.
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