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Es difícil vivir con secretos, es difícil vivir una vida perfecta. Éramos mentirosos es un tesoro escondido, es hora de descubrirlo.
«Cautivadora, hermosa y dolorosamente inteligente, Éramos mentirosos es sin duda inolvidable.» John Green.
Si hay algo que todo buen lector sabe, es que no a todos les gusta leer, es más… pareciera que la nuestra es una especie en extinción, en un mundo dónde el papel ha sido reemplazado por pantallas digitales, esto me lleva a veces a preguntarme, ¿qué es eso que tienen los libros, que todavía logran atraparme?
Encuentro más importante que nunca destacar esas lecturas que nos dan una razón para leer, con historias que nos atrapan, conmueven, intrigan y -hay que admitirlo- nos mantienen hasta las 5 de la mañana despiertos con tal de terminarlas. Por esto, es que pasaré a presentarles aquellos libros que le dan sentido a mi lectura y que, sobre todo, creo que podrían interesarles a ustedes.
«Éramos mentirosos« es un libro de intriga y psicología juvenil, trata de secretos, vida familiar y las dificultades que a veces son más de lo que podemos tolerar. Ya hace unos meses que me leí este libro, fue uno de esas lecturas a las que no me pude despegar pues me mantenía inmersa en el suspenso, pero esa no es la razón por la que llegó a mi lista de «Razones por las que leo«.
Reseña: Una isla privada. Una ilustre y conocida familia de Nueva Inglaterra. Un grupo de cuatro amigos —los Mentirosos— cuya amistad se vuelve destructiva. Una rebelión. Un accidente. Un secreto. Mentiras y más mentiras. Amor verdadero. Y, por fin, la verdad.
Ésta es la bellísima y terrible historia de una familia perfecta que se sostiene sobre pilares de peligrosa fragilidad. A lo largo del relato se van desvelando las piezas de un rompecabezas que formarán un mosaico de personajes fascinante, donde los prejuicios y el egoísmo son los peores enemigos de la armonía y la felicidad.
Principalmente, debo destacar que este libro simplemente está muy bien escrito, trata en profundidad temas como la familia, perdidas, el cómo enfrentamos nuestra realidad, la competencia y estabilidad tanto mental como emocional… nos habla de cómo a veces nuestro ambiente nos afecta y nos es difícil escapar del pasado. Un libro que presenta este tipo de problemas y en verdad logra que sintamos empatía hacia los personajes, o que por lo menos nos sintamos inclinados a descubrir sus misterios, debe por lo menos tener el mérito de estar bien escrito porque, en definitiva, no es fácil empatizar con una familia de opulentos multimillonarios.
En pocas palabras, la historia gira en torno a Cadence Sinclair (pareciera que todos los libros que leo tienen protagonistas de nombres difíciles de pronunciar jajaja), una chica de casi 18 años con varios problemas físicos y psicológicos derivados de un accidente del que no se acuerda. Tres años han pasado desde el verano en la isla familiar que cambió su vida, pero ella no recuerda nada, y por primera vez en todo este tiempo, le tocará volver al lugar donde todo comenzó. A medida que pase el verano, Cadence descubrirá el secreto detrás de su accidente, una verdad que quizás no quería recordar.
¿Es predecible esta respuesta?
Si bien algún comentario he escuchado sobre que es deducible, no logré descifrarla hasta que la tenía frente a mi y, aunque hubiese sido capaz de hacerlo, habría terminado el libro, porque el desenlace emocional simplemente lo hace valer la pena.
Nada más que decir, solo invitarlos a leer «Éramos mentirosos», por la emoción, el misterio y la trama que se esconde entre sus páginas. Y si el género no es su estilo, ¡cualquier libro sirve con tal de que vuelvan a leer! En definitiva, el mundo está lleno de historias.
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