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Después de todos los cambios, el periodo de adaptación, las sorpresas y los vuelcos de su corazón, Mer se encuentra entre las últimas seis de “La Selección”. Algo que en un principio era sólo un esfuerzo por ofrecer a su familia algo mejor, ha despertado en ella algo más.
“La Elite” trae de vuelta a América y su vida en el castillo, en la carrera por convertirse en la esposa del Príncipe Maxon y ser algún día Reina de Illea.
Sinopsis: De las treinta y cinco chicas que llegaron a palacio sólo quedan seis. ¿Quién conseguirá conquistar al príncipe Maxon?
América todavía no está segura de hacia dónde se inclina su corazón. Cuando está con Maxon, se ve envuelta en un romance nuevo que la deja sin aliento y ni siquiera puede imaginar estar con nadie más. Pero cuando ve a Aspen en los alrededores de palacio, los recuerdos de la vida que planeaban tener juntos se agolpan en su memoria. El grupo de chicas que llegaron a palacio se ha visto reducido a la Élite de seis, y cada una de ellas va a hacer todo lo posible por ganarse a Maxon. El tiempo se acaba y América tiene que tomar una decisión.
Sin embargo, cuando ya cree que ha llegado a la conclusión definitiva, un suceso devastador hace que se lo vuelva a plantear todo de nuevo. Por si esto fuera poco, mientras lucha por averiguar dónde está su futuro, los rebeldes violentos que quieren derrocar a la monarquía se hacen cada vez más fuertes y sus planes podrían acabar con cualquier aspiración que América pudiera tener de un final feliz.
El libro en general me gustó, al igual que el anterior, no es una obra espectacular pero cumple con su cometido de entretener y hacerte querer estar al tanto de la historia.
Los personajes cambian un poco, pero no necesariamente para mejor. Durante todo el transcurso de la novela, América se comporta de una manera bastante infantil, con sus sentimientos moviéndose de un lado a otro constantemente y cada vez se encuentra en el castillo más por voluntad propia que por su familia. Juzga muy rápidamente, sólo basada en su percepción, y es capaz de replantear todo lo que creía saber en torno a un solo hecho. En cuanto a sus principios, tiene buenas ideas y planteamientos firmes, pero de nuevo su impulsividad y forma infantil de actuar le juegan en contra (empezó a desagradarme al punto de querer darle una cachetada). Por otro lado, empezamos a conocer más sobre la personalidad de los monarcas, quienes se involucran un poco más en la historia, así como también de los contrincantes que atacan al castillo.
El triángulo amoroso se acentúa, pues América no decide por quién inclinarse, y al estar tan próximos al final de la selección, Maxon debe asegurarse de tener una candidata por si América lo rechaza. En tanto, Aspen no se rinde y lucha por obtener espacios para poder competir con Maxon.
Este libro es un intermediario entre los sucesos del primero, y lo que nos espera para el tercero y último de la saga (gracias al lector que me corrigió en la nota anterior), pues intenta ir explicándonos el por qué de las cosas, aún sin darnos mucho detalles, por ejemplo: de dónde surgieron las castas y qué hay tras los ataques rebeldes, que no son simplemente ataques si no que tienen un objetivo que va más allá.
Si bien no es un libro maravilloso, logra conectarse bien con la primera parte y, así mismo, preparar el terreno para lo que será la tercera entrega. Te mantendrás lo suficientemente intrigado para querer seguir leyendo y se te hará más fácil elegir el bando que tomarás al momento de llegar al final de la historia.
Si quieres entretenerte con una saga corta y te gusta la temática de la competencia y los triángulos amorosos, este libro es una buena opción, y si ya estás leyendo la saga, creo que más que gustarte el libro en sí, generará expectación sobre qué sucederá finalmente con la selección, y con el sistema completo de Illea.
¿Alguno de ustedes ya leyó esta novela? ¿Cuál es su opinión?
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