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Hoy en día estamos acostumbrados a tener como referentes de la literatura fantástica obras tan destacadas como “El Señor De Los Anillos”, “Harry Potter”, y la más reciente; “Juego De Tronos”. Pero, ¿qué sucede con obras un poco menos conocidas? Aquellas que parecen estar alejadas de la gran parafernalia en que viven las obras anteriormente mencionadas… Hoy vengo a hablarles de una de ellas.
La saga de libros de Los Vatídicos de Robin Hobb destaca “como un diamante en un mar de imitaciones”, tal como menciona George R.R. Martín. Y es que claro, no aparece dentro de los grandes autores de fantasía que el público en general conoce, pero sobresale dentro de un grupo que siempre anda buscando algo nuevo que leer.
Y si Martín lo aprueba, yo lo apruebo. Con eso debería bastarnos… ¿no creen? A fin de cuentas es el creador de “Games Of Thrones”, y si el leyó “El Asesino de Reyes” y dice que es bueno, debe ser así. Esto se trata de un sello de calidad, una recomendación de confianza de uno de los escritores de fantasía más grandes que existen (después del legado de Tolkien).
Pero basta de alabanzas y palabras de buena crianza, hablemos del libro:
El asesino de reyes es una historia de muchas sutilezas que cuenta la historia de Traspié Hidalgo, un bastardo, hijo del gran Hidalgo (el rey a la espera). Como es usual, no tiene derecho real a la sucesión del trono y pese a su sangre mestiza o el gran parecido que tiene con el Rey, su existencia se limita a insultos, malas caras y a una vida de superación. Una búsqueda constante de entender cuál es su lugar.
Pero no todo es tan malo; Traspié posee » La Maña», un arte antiguo y extraño que le da la posibilidad de meterse dentro de las cabezas de los animales, el de poder conversar con ellos y entenderlos. Esta «Maña» está mal vista, la gente se horroriza cuando sabe de alguien que la practica… así que no es buena idea andar alardeando de ello.
Al mismo tiempo, el joven posee otra arte, aún más antigua, ligada a la línea de sucesión de Los Vatidicos (la línea de sucesión real), la cual le permite a quienes la puedan manejar; dominar a otras personas, estar dentro de sus mentes, hacerles creer cosas y manipularlas.
Llegados a este punto, nos preguntamos… ¿Qué hace este bastardo en el Reino? Pues bien, cada rey necesita un asesino y los bastardos son muy requeridos en este tipo de labores. Traspié es el asesino real, quien ha sido instruido en el noble arte de matar con disimulo, elegancia y veneno. Es así como Traspié toma parte en el mundo que lo odia y lo mira en menos, teniendo un papel importante y silencioso en cómo ocurrirán las cosas en el Reino, con habilidades que pueden llevarlo aún más alto de lo que ningún vatidico ha llegado jamás y con muchos enemigos que enfrentar.
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