Tiempo estimado de lectura: 2minutos, 29segundos
Dentro de las cintas que hemos estado esperando las últimas semanas se encuentra «Amor. Boda. Azar.» dirigida por Dean Craig (el escritor de «Death at a Funeral») y protagonizada por Sam Claflin (Yo Antes de Ti), Olivia Munn (El Depredador), Eleanor Tomlinson (Jack, El Cazagigantes), Freida Pinto (Slumdog Millionaire), Joel Fry (Yesteday) y Aisling Bea (de la serie «Living with Yourself»)
Sinopsis: Dos versiones alternativas de una misma boda en las que Jack (Sam Claflin), hermano de la novia, tendrá que lidiar con una exnovia un poco alterada (Freida Pinto), un invitado no deseado que guarda un secreto, una pastilla para dormir en el lugar incorrecto y la chica que lo plantó (Olivia Munn). Cada una con un final distinto.
«Amor. Boda. Azar.» era una de esas producciones de Netflix que esperaba con bastante fe, siendo una comedia romántica bajo una fórmula más que probada en la industria, pero con la gracia de saber cuáles son las cosas que pueden ocurrir cuando el azar y el destino traman y juegan más de la cuenta.
La historia rodea de manera dinámica los sucesos que se van entretejiendo alrededor de la boda de la hermana de Jack (interpretado por el conocido actor Sam Claflin), la cual verá su matrimonio en grave riesgo de colapsar por las diferentes variantes que van jugando y cruzándose al reunir tantas personas y las historias que esconden detrás de sus personalidades. Y esa es una de sus mayores gracias: ver cómo un evento calculado y que debería salir a la perfección, se ve alterado por las mil e infinitas posibilidades que puede dar el azar; jugando con ciertos ingredientes y mezclándolos para ver los distintos resultados posibles.
A su vez, la forma de contar la historia resulta entretenida y ligera, causando momentos agradables, livianos en tensión y otros pocos esperados. Otra cosa que destaco son los variados mensajes que entrega la narrativa a lo largo de la película, algunos obvios, otros un tanto más escondidos; los cuales resultan claves para darle un sentido más profundo en lo que su director quiere transmitir.
El elenco destaca con personajes bastantes atípicos dentro de lo que uno suele ver en estas comedias, notándose ese toque menos hollywoodense en su guión y en la forma de tratar a sus protagonistas. Mientras que Munn y Claflin se ven como dos personajes mas, dentro de una gama variada y atractiva de entes que quieren mostrarse y también contar su historia.
«Amor. Boda. Azar.» es de esas películas que no gustan ni llegan a todo el público. De hecho, su narración, así como la estética que posee, la asemejan más a una cinta de «corte independiente» que a otra producción con similares ideas. En lo personal, la pase bien, y me sirvió para despejar mi mente en estos tiempos de Coronavirus.
Deja una respuesta