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Algunas películas son solamente eso: películas que existen en un propio universo, sin más. Luego está Assassin’s Creed, parte de una saga con más de 11 videojuegos, 3 cortometrajes animados, muchos cómics y novelas, además de una posible adaptación a serie en conjunto con Netflix, por lo que su adaptación cinematográfica acarrea una gran responsabilidad, y Justin Kurzel (Macbeth), su director, prepara una ambiciosa propuesta que, en parte, le terminó jugando en contra.
Sinopsis: Gracias a una tecnología revolucionaria que permite el acceso a los recuerdos genéticos, Callum Lynch (Michael Fassbender) revive las aventuras de Aguilar, un antepasado suyo que vivió en la España del siglo XV. Así descubre que es descendiente de una misteriosa organización secreta, los Assassins, y que posee las habilidades y los conocimientos necesarios para enfrentarse a la poderosa y temible organización de los Templarios en la época actual. Adaptación libre del videojuego homónimo.
Comprender Assassin’s Creed no es para nada un trabajo fácil. Una gran telaraña con diversos personajes incrustados en un contexto de una ficción histórica, ciencia ficción que no es tan ficción, y conceptos que se han ido acumulando en los 10 años desde que Ubisoft lanzó al mercado el primer título de la saga, por lo que el anhelo de poder traspasar los sentimientos que genera este, o cualquier videojuego, es un proyecto difícil y con un mar de antecedentes fracasados que puede aterrar a cualquiera.
Kurzel es un director «a la antigua»: en vez de grabar todo en un estudio con pantallas verdes y llenar de animaciones por computadora como, en parte, se hace un videojuego, decidió grabar en reales locaciones, con reales artistas del parkour y acróbatas para darle más credibilidad a la película logrando que no se vea como un juego llevado a la pantalla grande de manera forzada, sino una transición sutil.
Gracias a esto, uno de los puntos fuertes de la película son el vestuario y el maquillaje, ambos de forma muy buen trabajada hacen que cada entorno (presente y pasado) se vean y sientan totalmente distintos, pudiendo hacer una clara diferenciación entre Callum Lynch y Aguilar de Nertha, siendo los dos caracterizados por Michael Fassbender (Bastardos sin Gloria), pero viéndose como personajes totalmente distintos en sus contextos cronológicos.
La dirección de fotografía se logró de forma increíble al combinar paisajes hermosos, planos generales y otros momentos más íntimos, teniendo momentos en que sientes que puedes tomar el control de la película, utilizando una paleta de colores rojiza para los momentos del pasado, en los recuerdos de Aguilar, y tonos azules y blanquecinos para el presente en Abstergo, separando ambos ambientes; todo acompañado de una escalofriante banda sonora a cargo de Jed Kurzel, hermano del director, que te mantiene al borde del asiento un segundo y te calma al siguiente.
La parte de la historia que transcurre en España presenta sus diálogos en español, lo que es sin lugar a dudas un punto sorprendente que ayuda a la autenticidad y verosimilitud de la narrativa, entregando todavía más realismo, no siendo otra película hollywoodense mas que se ambienta en un lugar «exótico», pero en la que sus personajes hablan un perfecto inglés. El guión puede parecer algo cutre debido al desafío de expresarse en otro idioma, pero las actuaciones son tan sólidas que ese punto se pasa por alto.
A pesar de que por dirección o aspectos técnicos Assassin’s Creed no tiene mayores problemas, su defecto es pecar de inocencia. La ambición de Kurzel de poder llegar al punto medio entre videojuego y película lo traicionó: la película no contiene en ningún momento un tutorial, ni instrucciones. No te cuenta los sucesos de los videojuegos para adaptarte a lo que está ocurriendo: es todo rápido y no hay tiempo para preguntas. Menciones leves a temáticas específicas de la trama existen sin mayor explicación, por lo que para el desentendido de la materia la película puede parecer pretenciosa.
Ahora, no es la primera película pretenciosa de la historia del cine: El Origen (2010) es un relato que presume de ser complicado y enigmático; toda la carrera de Lars von Trier (Anticristo; Nymphomaniac), Darren Aronofsky (Réquiem Por Un Sueño; El Cisne Negro) y Alejandro Jodorosky (El Topo; La Montaña Sagrada), entre muchos otros, se ha centrado en narraciones complejas que levantan más de una ceja incrédula, pero nadie ha buscado destruirlas por esto, sino que las alaban por su coraje de salir de lo establecido.
Entonces, ¿por qué a la crítica le cuesta tanto aceptar la premisa de Assassin’s Creed?
La película de Assassin’s Creed no existe sola, y no puede esperarse que en dos horas se explique a si misma en cada concepto que se construyó durante una década, por lo que es comprensible que una prensa ignorante en el tema no se sienta cómoda viendo una obra que te hace tener que indagar en un terreno desconocido, sintiendo que debería intentar al menos apelar al público general y no a un nicho «reducido» (más de 93 millones de copias de los videojuegos vendidas), para dejar contentos a todos.
Por otra parte, la crítica especializada gamer es notoriamente pedante, presumiendo de su gran conocimiento, creyendo que siempre podría todo hacerse mejor y jamás contentándose con el producto como tal. Este inconformismo es lo que ha hecho evolucionar a la Industria del Videojuego, pero a veces es necesario dar un paso atrás para sentarse a disfrutar una obra de arte de la forma en que fue ideada por su creador.
Como la adaptación cinematográfica de Assassin’s Creed, logra satisfacer las expectativas; como película de acción entrega una aventura rápida, peleas con coreografías trabajadas, y personajes interesantes; como la suma de ambas es una gran obra, que necesita solamente un poco de paciencia y menos soberbia para ser disfrutada, llena de guiños para los fanáticos de la franquicia, como también con una gran variedad de factores para que cualquiera pueda pasar un gran rato viéndola.
Assassin’s Creed se abre paso entre los cadáveres de tantas adaptaciones de videojuegos que fallaron, se sienta en un merecido trono desde donde puede mirar hacia abajo para decir «lo logré», mientras se prepara para continuar lo que se ideó como una trilogía, donde podremos ver más de la historia del Credo de Asesinos.
Es hora de dar un Salto de Fe y aceptar que Assassin’s Creed dará mucho de que hablar.
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