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La película, basada en hechos reales, nos presenta una clásica historia de superación a través de los sueños, que jamás serán tan inalcanzables como para batir una voluntad de acero.
Sinopsis: Desde niño, Yazid soñó en convertirse en repostero. A pesar de haber crecido en familias y centros de adopción, su fuerza y determinación lo llevarán a trabajar para los mejores chefs del mundo, desde París hasta Mónaco. Junto a ellos, aprenderá todo lo necesario para alcanzar la élite de la pastelería y convertirse en el mejor.
Hijo de una familia disfuncional y de inmigrantes, Yazid debe enfrentarse al lado más duro de la vida desde muy pequeño. Debiendo rebuscar sus oportunidades y rehuir de los innumerables problemas que se presentan en su camino, se enamora de la cocina de la mano de su familia adoptiva. Camino que parece ser la única salvación para alguien que pareciera estar destinado a fracasar.
El protagonista es un gran referente de la cocina francesa, que inspira a incontables jóvenes. Y pareciera que ese es el foco de la película, ampliar el mensaje para inspirar a muchos más. Sin embargo pareciera que le falta algún golpe de energía para lograr esta meta, algo que logre efectivamente conectarnos con la vida del protagonista y su lucha.
Quizás es que el protagonista parece tener este don de nacimiento, sin que le signifique un esfuerzo real, sino más bien un escape. Poco énfasis tiene su vida como inmigrante, o como niño en medio de todo el caos que envuelve a su familia biológica. Esto hace que este talentoso cocinero se convierte una cara B del niño que sufre, que pareciera no ser el mismo personaje. También, nuestro propio vínculo con la cinta podría verse afectada por la falta de conexión con el contexto de la película, que parece muy propio de la idiosincracia francesa.
La cinta no pretende mucho más que ser un relato biográfico de superación, aunque se complementa con un aire a lo ratatouille sobre el amor por la pastelería. Si te gustan este tipo de historias, sin duda «Azúcar y estrellas» puede lograr emocionarte.
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