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A casi un año de su estreno en el Festival de Cine de Cannes, “Basada en Hechos Reales”, llega a los cines nacionales. La película del polémico director, Roman Polanski, basada en la novela homónima de Delphine de Vigan, evoca al característico cine de autor francés, pero sin perder el toque crudo y satírico que Polanski siempre transmite en sus filmes.
Sinopsis: Delphine (Emmanuelle Seigner) es una sensible y atormentada novelista de éxito, paralizada ante la idea de tener que comenzar a escribir una nueva novela. Su camino se cruza entonces con el de Elle (Eva Green), una joven encantadora, inteligente e intuitiva. Elle comprende a Delphine mejor que nadie, y pronto se convierte en su confidente. Delphine confía en Elle y le abre las puertas de su vida. Pero ¿quién es Elle en realidad? ¿Qué pretende? ¿Ha venido para darle un nuevo impulso a la vida de Delphine o para arrebatársela?
Polanski no es ajeno a retratar la vida de los artistas en sus películas, ni tampoco sus conflictos internos en cuando a las pasiones que mueven sus vidas y trabajos. “Basada en Hechos Reales” no es la excepción, y al igual que su antecesora “The Ghost Writer” (El Escritor Fantasma) de 2010, explora la vida de una escritora que lucha con sus propias aprehensiones sobre el deber y la moral.
Es imposible no comparar estas dos películas sin tampoco hacer comparaciones con “Misery”, “Atracción Fatal” o con “Mujer Soltera Busca”. Pues, Polanski toma de su propia filmografía y de estas otras cintas para crear un thriller psicológico, que, si bien parece ya haberse visto, finalmente logra destacar por sus propios méritos, aunque nunca alcanzando la pasión o la fuerza de las demás.
Con un guión de Olivier Assayas, director y guionista de “Personal Shopper”, uno esperaría que “Basada en Hechos Reales” destacara por su suspenso y secretismo. La historia está y es buena, pero la película entrega al espectador más pistas de las que debería y los momentos de tensión no duran lo suficiente para asimilar lo que realmente está pasando, dando paso a una narrativa débil, pero no del todo aburrida.
El contraste entre Delphine (Emmanuelle Seigner) y Elle (Eva Green), debe ser lo que más sobresale de la película, la primera sufre bloqueo de escritor y es atormentada por su pasado, la segunda, es una escritora fantasma que se presenta como misteriosa, comprensiva y seductora, lo suficientemente atractiva para resultar indispensable en esta etapa de la vida de Delphine, quien no logra encontrar el apoyo que necesita ni en sus hijos ni en su marido.
Eva Green es perfecta en su papel, la actriz se caracteriza por siempre interpretar a personajes cautivantes, originales, seductores, maliciosos e incluso temibles. Acá logra tomar un poco de todo eso para darle vida a Elle, quien a medida que avanza la película se vuelve cada vez más enigmática y malévola, a pesar de esto, parece ser la única que entiende a Delphine, y sobre todo la única que puede ayudarla a salir del lugar oscuro en el cual se encuentra.
Delphine por su parte, proyecta sus inseguridades y deseos en Elle, la convierte en su aliada, confidente, consejera y por último en su musa. De esta manera la película no solo retrata la dinámica entre dos artistas, sino que también sobre como los seres humanos necesitamos de alguien que crea en nuestras ideas, cuando, al parecer, nosotros no lo hacemos.
La cinta se aleja de lo que un thriller convencional nos puede ofrecer, no en cuanto a temática, pero su estética refleja elegancia y el glamour casual distintivo de los franceses. Acompañada de un excelente soundtrack de la mano de Alexandre Desplat, nos guía por esta convencional historia que obliga al espectador a revisar todo más de una vez para ver si hay un mensaje oculto entre lo que está sucediendo.
Finalmente, la película termina demasiado rápido después de haber alargado excesivamente su acto final, dejando muchos vacíos en la historia, pero a fin de cuentas está bien porque de no ser habría resultado más plana y menos pretenciosa de lo que realmente es.
“Basada en Hechos Reales” no es el trabajo más fuerte y original de Polanski, para sus fanáticos acérrimos puede resultar otra obra maestra, o bien, una película floja que promete más de lo que entrega, pero sin duda no está demás revisarla y darle una oportunidad.
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