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Somos muchos los amantes del mundo de Burton, un lugar en el cual ser pálido, vestir de negro y ser el raro es cool . Su clave: nos ha demostrado que a través de una singular estética, locas escenografías, colores y fantasía acompañadas de una buena historia, pueden hacer de una película un éxito que trasciende generaciones.
El próximo jueves 12 de marzo se estrena lo último de Burton: “Big Eyes: Retratos de una Mentira”. Protagonizada por Amy Adams y el mítico Christoph Waltz.
Sinopsis: La película está basada en el caso real de Margaret y Walter Keane. La historia gira alrededor del enorme éxito, durante los años 50 y 60 del siglo pasado, de las reproducciones de los cuadros de niños con grandes ojos, creados por ella pero firmados en su momento por su marido, Walter, supuestamente porque él tenía una gran facilidad para el marketing, consiguiendo así ampliar la popularidad de la obra de su esposa.
Big Eyes es una película biográfica, en su totalidad un drama, el cual puede ser bastante interesante si no sabes mucho sobre la vida real del matrimonio Keane. Pero como en toda película biográfica, el problema es que ya sabemos el final.
Aquí lo importante no es como termina, sino el trayecto a hacia ella, pero es ahí el problema: se hace muy predecible, cada acción te lleva a otra tan obvia como la anterior, aunque las actuaciones son la sazón a la película.
Por un lado Adams, quien hace el papel de mujer sensible, acomplejada y dolida por un pasado tormentoso, es capaz de transmitirnos toda esa pena a través de sus ojos, literalmente.
Por otro lado Christoph Waltz -del cual, creo que nunca olvidaremos de Bastardos Sin Gloria– es un actor de proporciones, y el papel de malo le queda justo a la medida. Waltz nos logra hacer enojar y reír al mismo tiempo con su personaje. Pocos lo logran.
El sello Burton se nota bien poco, a diferencia de sus lúgubres films, éste vendría siendo lo contrario: una película colorida –acercándose más a Big Fish- pero sin nada característico del director, único; con el cual salimos de la película y decimos: “Esto es muy Tim Burton”.
Tal vez estamos frente a un nuevo Burton, uno que quiere intentar algo nuevo en su carrera –quizá por su separación con Helena Bonham Carter– cambiar su estilo habitual o simplemente intentar cosas nuevas.
Hasta el momento no lo sabemos, o simplemente ¿la chispa “Burton” se va apagando?
Nicole A. Muñoz
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