[Reseña] «Cats»: La tecnología enemiga de los gatos

«Cats» será probablemente uno de los estrenos más comentados de la temporada. La adaptación cinematográfica de una de las más aclamadas obras de Broadway llega a las salas de cine para no dejar indiferente a cualquiera que ose sentarse frente a la pantalla. 

Sinopsis: Cats nos presenta a una tribu de gatos que debe decidir, como cada año, quién de los gatos ascenderá a Heaviside Layer y así poder renacer y volver en una nueva vida.

Con una historia particular, inspirada directamente en el musical y basada en las poesías de T.S. Eliot recogidas en «El libro de los gatos habilidosos del viejo Possum«, «Cats» llega a mostrarnos las diversas personalidades de un clan de gatos de barrio, que una vez al año enfrentan sus habilidades para ganar el derecho a rehacer su vida.

La cinta intenta conservar la grandilocuencia del musical de Broadway, replicando su increíble banda sonora y las infaltables coreografías, pero descuidando por completo lo que podría ser la única gran ventaja de una representación cinematográfica por sobre la teatral: El uso de los efectos especiales. 

Con una serie de problemas que son evidentes desde los primeros trailers, nos enfrentamos a una cinta que cuando se ve alienada de su elemento más poderoso (la puesta en escena) nos presenta un producto de dudosa calidad. 

Una de las principales técnicas utilizadas en la película es la de captura de movimiento, la que tristemente deja mucho que desear,  haciendo que las coreografías y danzas se vean extrañas y poco naturales. Por otro lado la inclusión de los rostros humanos se ven sumamente artificial y poco cuidadas, siendo criticables en los gatos y totalmente repudiables en otros personajes menores. Los problemas con las proporciones son abundantes, haciendo de los escenarios algo confuso de observar en muchas oportunidades.

Todo esto llega a ser tan molesto que resulta prácticamente imposible enfocarse en algo más durante toda la cinta. Poco importa que el director Tom Hopper haya estado también a cargo de Los Miserables, o que el coreógrafo Andy Blankenbuehler  haya sido premiado con un Tony y trabajado en Hamilton, todo parece secundario frente a la triste presentación visual de la cinta. Tal ha sido la crítica ante esto, que en Estados Unidos se ha anunciado que la película lanzará una versión con efectos especiales mejorados, sin importar que ya se haya realizado su estreno en carteleras, versión que dudosamente llegará a nuestro país.

Nada hay que criticar en la música, que es la misma del exitoso musical teatral. Paseando por diversos estilos, se queda pegada en tu cerebro incluso aunque no puedas creer lo que acabas de ver. Es que es esta una de las fortalezas de la obra, el cómo a través de las canciones, en un guión sin una columna muy evidente, vamos presenciando las historias coreografiadas de todos los gatos que integran este particular clan. Triste es que todo esto se vea opacado por unos efectos que se encuentran muy lejos de lo que hemos podido ser testigos gracias a la tecnología actual. 

El conocido elenco que integra las filas de Cats poco o nada pueden hacer por aportar a la cinta, que independiente a las buenas interpretaciones de las canciones originales, siguen siendo víctimas del mal uso de los efectos visuales. Sin duda habrá más de alguien deseoso de ver esta película en cartelera, pero ojo, están advertidos.