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Sin duda, el régimen militar ocurrido entre los años 1973 y 1990, es una de las etapas más oscuras de la historia de Chile. Desde ahí surge la interrogante si es que se puede realizar una película sobre esta temática y que contenga tintes de humor. Justamente esto es lo que explora «Cirqo», una mezcla de tristeza y sonrisas.
Sinopsis: Los prisioneros Mario (Roberto Farías) y Jaime (Iván Álvarez) escapan de Martínez (Pablo Krögh), un sanguinario agente. Así, el Circo Donozzo, a cargo de Don Tirso (Alejandro Trejo), se convertirá en su refugio. Mientras Mario busca recuperar a su esposa Lucía (Blanca Lewin), Jaime encuentra el amor bajo la carpa multicolor. La fantasía y alegría del tradicional circo chileno, se ve enfrentado a la brutal persecución de Martínez. La historia de unos payasos desgarrados por el dolor de la dictadura.
Para que la película viera la luz debieron pasar muchos años, una serie de dificultades atrasaron la producción y el posterior estreno. Orlando Lübbert, director de «Taxi para tres», escribió «Cirqo» en 1994, cuando vivía en Alemania debido al exilio. No obstante, recién en 2007 comenzó a tomar forma la cinta, pero no fue hasta el 2013 que se exhibió por primera vez en el cierre del Festival de Cine de Lebu. Un año después, tuvo un exitoso paso por SANFIC (Santiago Festival Internacional de Cine) y se proyectaba que llegaría a salas nacionales a principios o mediados de 2015, estreno que nunca ocurrió hasta hoy.
Sin embargo, esos no fueron los únicos incovenientes, ya que la película debió ser grabada en tan solo 25 días y con un escaso presupuesto, hasta el punto que el director rodó posteriormente algunas escenas con dinero de su bolsillo y junto a sus alumnos de la universidad.
Tan compleja como la producción de la cinta, es la historia de «Cirqo», un filme lleno de emociones y que nos presenta una perspectiva muy distinta de lo que se ha visto en el cine sobre la dictadura.
La trama da cuenta de la hospitalidad y el optimismo que existe en el circo, ya que sin pensarlo dos veces reciben a estos dos prisioneros, Mario y Jaime, dándoles un nuevo hogar y trabajo. Más que compañeros de carpa, son una familia, ese sentimiento está muy bien retratado, hasta el punto que uno logra conectar con los lazos formados ahí dentro.
La fotografía de esta película es un elemento a destacar, ya que transmite la felicidad y colorido del circo. Cuando se muestran las presentaciones u otros sucesos, uno logra ser parte de la fiesta que representa este lugar. Mientras que, cuando aparecen los agente de la CNI (Centro Nacional de Informaciones), se torna a un color grisáceo con un aura negativa.
En cuanto al guión desde un principio se tiene claro hacia donde va dirigido, aunque ocurren una serie de sucesos muy inesperados. Algunos escenas quedan un poco fuera de foco y ya al final de la cinta quedan un par de interrogantes que no se logran dilucidar. A pesar de esto, el conjunto total funciona bien y entrega un buen resultado.
Además, cuenta con un elenco de actores consagrados dentro de la escena chilena, como: Roberto Farías (El Club), Blanca Lewin (La Vida de los Peces), Iván Álvarez (El Reemplazante), Pablo Krogh (Dawson. Isla 10) y Alejandro Trejo (Taxi Para Tres).
Desde el 8 de marzo, «Cirqo», se encuentra en las principales salas del país.
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