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Al Memo siempre le fue mal con las mujeres. Con decirles que el único beso “significativo” que ha tenido fue en el paseo de curso al Buin Zoo, cuando en el show de las focas lo escogieron para darles comida y una de ellas le robó un beso.
Igual era entendible su mala suerte, si cuando quería salir con una chica su método de conquista era ir a media noche a la casa de ella, llamarla y decirle: “Nancy, o sales conmigo al cine, o voy a quemar tu casa”. Yo creo que si hubiese aparecido esta película antes, el pobre no habría pasado tantas noches en la cárcel por sus bromas desubicadas.
Sinopsis: Después de veinticinco años de matrimonio, Máximo es un gigoló que acaba de romper con su pareja. Ahora, solo y sin nadie que le mantenga, se ve obligado a irse a vivir con su hermana – con quien tiene una relación complicada – y con el hijo de ésta. Acostumbrado a una vida en la que se dedicaba a seducir a mujeres ricas de avanzada edad para poder vivir a lo grande, ahora tendrá que aprender el verdadero valor de la familia y ser algo más humilde.
Ken Marino es el director de esta película con las actuaciones de Eugenio Derbez (No se Aceptan Devoluciones), actor que fue reconocido en 2014 como el hombre latino más influyente de la industria del entretenimiento. Mientras que el reparto lo completan Salma Hayek (Son Como Niños 2), Rob Lowe (Parks and Recreations) y Kristen Bell (El Club de las Madres Rebeldes).
Al principio no le tenía mucha fe a «Cómo ser un Latin Lover», tengo que ser sincero. Pensaba que sería la típica comedia en donde pasan situaciones porque sí, para forzar las risas y hacernos creer que eso es algo único y nunca antes visto. Pero no. Me encontré con una historia bastante coherente, con situaciones exageradas, sí; pero con un relato redondo, que no tiene que acudir a nada más que al desarrollo de su propio argumento.
Con respecto a las cosas técnicas, puedo mencionar que esta película no aspira a ser una producción épica. Y eso no es malo, porque es sincera frente a su postura y no necesita algo tan grande en ámbitos de producción cuando la intención principal es hacerte reír y que pases un rato agradable viéndola, con moralejas claras y sencillas.
Y me quiero referir a un punto fuerte de esta película, y ese es Raphael Alejandro, quién interpreta a Hugo, el hijo del personaje de Salma Hayek en la película, porque fue quien conquistó mi corazón con su actuación. Sólo espero que siga así y no termine en las drogas y el alcohol, o en lo que la fama provoca a los niños “promesa”. Si eso no llegase a suceder, acuérdense de mí, este chico llegará lejos. No como los niños de la serie “BKN” que hoy en día sólo se dedican a recordar la muerte del perrito “Comotú”, porque como actores no les dio ni para comercial de trabajo escolar.
Me divertí con este film, realmente lo recomiendo, porque «Cómo ser un Latin Lover» cumple su función: divertir; dejándonos bien en claro que uno obtiene lo que trabaja. Por lo mismo, sí es de las personas que quiere pasar un rato agradable, sin esperar nada más que una comedia bien hecha con actuaciones normales y sin mayores proezas artísticas, entonces no se la pierda, vaya a verla y no se arrepentirá. Ahora, si Ud. es del que intenta ver todas las fallas, errores, y no se ríe con nada porque anda de crítico por la vida, mejor no vaya a pasar rabias y vea otra película.
Les recuerdo que la verdad absoluta no existe por estos lados, y que el debate está abierto para una conversación seria y con altura de miras.
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