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¿Cómo lidiamos a diario con el peso y la responsabilidad de ser trabajadores, padres y al mismo tiempo querer cumplir nuestros sueños?. Resulta una odisea, más aún cuando estas perdiendo la vista paulatinamente. Increíblemente puede ser peor, cuando sabes que tu hijo sufrirá el mismo destino. «Dancer in the Dark» es toda esta angustia y mucho más.
Sinopsis: Selma, inmigrante checa y madre soltera, trabaja en la fábrica de un pueblo de los Estados Unidos. La única vía de escape a tan rutinaria vida es su pasión por la música, especialmente por las canciones y los números de baile de los musicales clásicos de Hollywood. Selma esconde un triste secreto: está perdiendo la vista, pero lo peor es que su hijo también se quedará ciego, si ella no consigue, a tiempo, el dinero suficiente para que se opere.
Escrita y dirigida por Lars von Trier, esta película estrenada el año 2000 cuenta con la composición musical de Björk, la misma cantante que le da vida a esta desdichada madre llamada Selma. Un musical dramático que llena el corazón de tantos sentimientos a la vez que hará que explotes.
La realidad de Selma es cruel y dura, la música es su único escape e intenta ocultar su dolor en él. Cada momento musical en esta película es claramente apreciable con colores muchísimo más vívidos e intensos que el resto de la película, un mundo onírico en el cual todo es alegría y emoción, a diferencia del grisáceo mundo real lleno de sufrimiento y problemas.
El mal de la vista que Selma sufre es hereditario, por lo tanto la única esperanza que tiene para salvar los ojos de su amado hijo es pagar una costosa cirugía, reuniendo dolar a dolar todo ese dinero, el cual es hurtado por un cercano de nuestra protagonista, desatando una serie de eventos que la ponen entre la espada y la pared, o peor, la espada y otra espada aún más filosa.
Sin ánimos de arruinar el final a nadie que aún no haya visto esta maravillosa película, es a mi parecer, uno de los finales más abrumadores que he visto, emotivo y certero a la vez que desesperante y sobre todo impactante. Es como recibir una bala en el corazón, igual de aterrador, igual de súbito e intensamente doloroso.
La impecable interpretación de Björk es atrapante, su voz tan llena de esperanza y dolor pone la piel de gallina, una película realmente digna de estar en tu estantería, en la categoría de «Para romper el corazón».
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