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Una de las cintas más anticipadas de la temporada finalmente llega a la cartelera, con reviews y calificaciones en diversas plataformas que prometen que nos enfrentamos a una de las nuevas joyas del género, alimentando las expectativas de los amantes del género.
Sinopsis: Durante la noche de Halloween de 1977, en el set de televisión del programa “Night Owls”, ocurrieron eventos aterradores…
Jack Delroy está decidido a impulsar el rating de su programa televisivo. Para lograrlo, invita al set a Lily, una joven que cree estar poseída. Durante la transmisión del programa, inexplicables imprevistos comienzan a perturbar a Jack y a los invitados. A medida que avanza la noche y Lily se hace presente, fuerzas diabólicas se apoderan del programa, desencadenando una escalofriante espiral de terror y confrontación con lo desconocido…
«De Noche con el Diablo» es una película con un escenario atípico para su género: los silencios son escasos, la gente está expectante, pero paradójicamente, incrédula a que algo pueda suceder. Ni hablar de la oscuridad; todo se desenvuelve bajo los intensos reflectores de un programa de televisión. Nos encontramos en la grabación de un show que en un intento desesperado por mejorar sus ratings, consigue una de las intervenciones más audaces posibles para una noche de Halloween: una entrevista al diablo. Todo está ideado más como una carnada que como un enfrentamiento real, sin imaginar o dimensionar las consecuencias.
La cinta expone tanto el programa en sí como el detrás de cámaras, presentándose como un documental pero haciendo sentir al espectador como un televidente más, en tiempo real. Es gracias a este registro, tanto dentro como fuera de la pantalla, que llegamos a conocer mejor al peculiar grupo de personajes. Todos viven realidades en donde coquetean con la maldad que abunda en el mundo, siempre bajo control, siempre sometida a nuestra voluntad, a pesar de todo. Pero en el especial de Halloween de «Night Owls», lo que parecía tan planeado y orquestado, finalmente se sale de control. Lo que Jack expresa como esperanzas al inicio del programa, se convierte en su más grande castigo hacia el final.
Conocemos muy vagamente cada una de las vidas personales de los personajes, pero lo suficiente como para entender su relación con lo siniestro y lo desconocido. Y gracias a esto, nos sumergimos por completo al ver cuando lo paranormal comienza a romper los límites. Es ahí cuando deja de ser un simple espectáculo, para transformarse en la peor pesadilla de todos quienes atestiguaron lo ocurrido aquella noche,
Pero el terror no solo existe en lo paranormal, si no en los límites que cada uno está dispuesto a romper para alcanzar el éxito o la fama, para probar su valía o para ganar algo, alcanzar esa meta que parece alzarse sobre sus cabezas desde hace tanto tiempo , y por la que perdemos cualquier noción de los límites que existen, con tal de conseguirla.
La visual es sumamente fiel a los programas de los 70 que emula, por lo que es casi automático que nos sumerjamos como uno más de los espectadores de «Night Owls», deseando que Jack se levante y triunfe.
David Dastmalchian demuestra de todo lo que es capaz de hacer, esta vez como protagonista. El actor encarna a un ambicioso conductor de televisión, que bajo una fachada empática y amistosa esconde una personalidad con ambiciones capaces de llevarlo a lugares impensados. El juego de «actuar como que actúa» es sumamente entretenido y lo realiza a la perfección, una vez más haciendo que olvidemos que no estamos viendo un registro real, si no una ficción. Un recordatorio de que en el momento en que más poderosos nos creemos, es cuando en realidad estamos más expuestos y vulnerables.
Definitivamente, una grata sorpresa a la altura de las expectativas. Una cinta que explora todo lo que el horror tiene para ofrecer, no solo como género cinematográfico, sino también como una de las emociones humanas más potentes. En cines gracias a Diamond Films Chile.
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