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De la mano de Sharon Maguire, quien dirigió El Diario de Bridget Jones (2001), y tras 12 años desde Bridget Jones: Al Borde De La Razón (2004), la carismática y desafortunada inglesa vuelve a la pantalla grande, y esta vez todo ha cambiado… ¿o no?
Sinopsis: Después de romper con Mark Darcy, Bridget Jones, con los cuarenta recién cumplidos y soltera de nuevo, decide centrarse en su trabajo y rodearse de antiguos y nuevos amigos. Por una vez en su vida, Bridget parece tenerlo todo bajo control. Pero su vida amorosa toma una nueva dirección cuando conoce a un elegante estadounidense llamado Jack, un galán que tiene todo lo que no tiene el Sr. Darcy. Descubre que está embarazada, pero no sabe a ciencia cierta quién es el padre.
Bridget Jones (Renée Zellweger) ha cambiado, ciertamente. Es una mujer exitosa en su trabajo, llegó a su peso ideal, pero sigue sin ser feliz. Al verla el comienzo incluso cuesta adaptarse a su nueva figura y rostro, pero solo al decir una palabra nos deja claros una cosa: Bridget Jones está de vuelta.
Los primeros minutos de la película crean un poco de contexto en la vida actual de Bridget, viviendo donde mismo, soltera, y con todos sus amigos teniendo vidas mucho más felices que ella, para luego meterse de lleno en el embarazo de la protagonista.
Nuevamente tenemos un triángulo amoroso, en donde esta vez el Sr. Darcy (Colin Firth) y Jack (Patrick Dempsey) pelearan por su amor, y por la paternidad del bebé de Bridget. El humor también es reciclado, llegando a ratos a agobiar un poco sin dejar de sacar muchas risas, pero mezclándolo con una buena porción de momentos dramáticos creando un equilibrio, especialmente en las escenas donde el trío de protagonistas está en pantalla.
El regreso de gran parte del elenco original funciona de forma correcta pero algo innecesaria, ya que realmente están ahí por la historia más que como un gran soporte al guión, debido a que la historia se centra principalmente en, lógicamente, el embarazo de la inglesa.
Miranda (Sarah Solemani) se roba gran parte de la película, y Alice (Kate O’Flynn) se posiciona como una antagonista realmente desagradable. Patrick Dempsey es McDreamy, lo siento.
En El Bebé de Bridget Jones podemos ver una madurez importante en la carrera de su directora, quien 15 años después entrega una película consistente con lo que fue El Diario de Bridget Jones, pero con un mayor cuidado en los aspectos técnicos, desde las tomas hasta la banda sonora.
Si bien analizar el contexto de la película más allá de una comedia quizás sea un poco exagerado, es difícil no ver como lamentable el hecho de que Bridget Jones se siente incompleta por no tener un hombre a su lado, y parece que su personaje, constantemente cae en este círculo de necesitar la validación de un hombre, de cumplir los roles establecidos en una sociedad machista, como casarse o ser madre.
Una idea triste que no encaja con la sociedad moderna, en donde la mujer independiente es un rol que se lucha por reivindicar, al igual que el de la madre soltera.
En definitiva, El Bebé de Bridget Jones como película de comedia dramática, funciona de forma correcta, con un público objetivo femenino, dejando un mejor gusto que la secuela de 2004 y armando el contexto, probablemente para una cuarta parte, debido a que esta película no está basada en Bridget Jones: Loca Por El Chico, tercera novela de la saga de Helen Fielding.
No deja de ser lamentable que la historia no corresponda a la sociedad actual, con un personaje que, realmente, no maduró ni cambió en nada e incluso te preguntas si realmente el argumento del embarazo era necesario, pero si se deja eso de lado, El Bebé de Bridget Jones es una película recomendada para quien busque una risa y especialmente par todo fanático de la torpe mujer inglesa.
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