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Últimamente, Brandon Sanderson aparece cada vez más en las librerías nacionales, el autor de éxitos como «El Rithmatista», «Elantris» y «Steelheart»; está siendo reconocido como uno de los más destacados, en lo que respecta a la ciencia ficción y fantasía actual. Una de sus últimas novedades en las librerías chilenas ha sido el comienzo de la saga “Nacidos De La Bruma” (o “Mistborn”, en su título original), de cuya primera parte «El Imperio Final«, les quiero comentar.
En «El Imperio Final» nos encontramos en un mundo en el que durante miles de años han caído las cenizas y nada florece. Durante mil años los Skaa han sido esclavizados y viven sumidos en un miedo inevitable. Durante mil años, el Lord Legislador reina con un poder absoluto. Le ayudan los “Obligadores” y los “Inquisidores”, junto a la poderosa magia de la “alomancia” que reside en los nobles. Algunos de ellos son capaces de quemar los metales que han tragado y que les otorgan poderes sobrenaturales. Diferentes metales, actuando en pares, otorgan poderes distintos. Pero los nobles a menudo han tenido trato sexual con jóvenes Skaa y, aunque la ley lo prohíbe, algunos de sus bastardos han sobrevivido y heredado los poderes alománticos: son los “Nacidos De La Bruma”, o los llamados “Mistborns”.
Con la primera parte de la saga, Sanderson consigue lo que muy pocos logran hacer: crear un universo único, que abarca sus propias leyes, religiones, ciudades y pueblos. «El Imperio Final» nos presenta una historia innovadora, que logra hacer que a medida que uno va avanzando la lectura, el mundo que conoce o que ha visto en otros fantásticos autores, quede relegado para darle espacio a un nuevo mundo, delicadamente elaborado y diseñado en su justa medida, con el propósito de que cada acción en éste mundo tenga cohesión y total sentido.
A su vez, para ser el primer libro de una saga con tanto contenido que contar, y con un universo en expansión, no se hace “pesado” o “denso” como podría esperarse (y que suele suceder con libros de esta misma índole), sino más bien, todo lo contrario. De manera natural, el autor te cuenta de forma veloz y detallada todo lo que necesitas saber, sin ahogarte con su mundo nuevo y desconocido, y enseñándolo de manera familiar.
Es por esto que no cuesta nada -en sus 663 páginas- congeniar con sus amigables y característicos personajes, donde cada uno aporta su granito de arena para complementar la vida de los protagonistas, y asimismo, cada uno tiene un rol fundamental en la red de movimientos de «El Imperio Final». ¿Brumosos?, ¿Quemar Metales?, ¿Tirar y Empujar?, ¿Hijos de la Bruma? Todos esos conceptos serán respondidos cuando leas la historia que el autor de «El Rithmatista» tiene para ti.
No puedo pasar por alto el increíble trabajo realizado en su conformación, donde la solidez del encuadernado del libro y su textura, te hacen sentir que llevas un libro antiguo y poderoso en contenido. La calidad de las hojas, el detalle de la cinta marca páginas (en combinación con la fachada de la encuadernación de color café) y el precioso trabajo de la ilustración de la cubierta externa, hacen que «El Imperio Final» sea un libro perfecto para querer comprar y llevarlo a nuestra biblioteca -pequeña o grande- personal.
Un excelente libro de fantasía, ideal para aquellos que desean dejar libre su mente y explorar nuevos mundos. El comienzo de la saga «Nacidos de la Bruma», una de las obras más alabadas del autor, y se entiende el por qué es así.
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