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Son tiempos difíciles para los soñadores, siempre lo han sido, pero más complicados si quien sueña es una pequeña niña cuya madre embarazada desposó a un maníaco militar controlador y violento. La única respuesta es la fantasía, la única salida está en manos de una antigua criatura, el único escape… ya lo sabrás. En «El laberinto del Fauno» hallarás tu destino.
Sinopsis: Año 1944, posguerra española. Ofelia (Ivana Baquero) y su madre, Carmen (Ariadna Gil), que se encuentra en avanzado estado de gestación, se trasladan a un pequeño pueblo al que ha sido destinado el nuevo marido de Carmen, Vidal (Sergi López), un cruel capitán del ejército franquista por el que la niña no siente ningún afecto. Una noche, Ofelia descubre las ruinas de un laberinto, y allí se encuentra con un fauno (Doug Jones), una extraña criatura que le hace una sorprendente revelación: ella es en realidad una princesa, la última de su estirpe, y los suyos la esperan desde hace mucho tiempo. Para poder regresar a su mágico reino, la niña deberá enfrentarse a tres pruebas.
Estrenada en 2006, fue escrita, dirigida y producida por Guillermo del Toro, nombre que ha sonado mucho este año por «La Forma del Agua» y que años anteriores ha dado que hablar con obras como la que hoy nos convoca.
Ya conocemos la historia, daremos por entendido que saben lo que ocurre en esta película y todo su desenlace lineal histórico, por lo tanto a partir de ahora están advertidos con un claro y explícito SPOILER ALERT.
Bien, es momento de hablar en serio. Analicemos qué ocurre en esta majestuosa película. Un contexto de la posguerra española, situación difícil para los pobladores e implicados en el conflicto, los cuales tienen sus objetivos sumamente claros. Pero, ¿y una niña? desde su perspectiva se puede resumir todo en odio mutuo, casi irracional, y su modo de huir de esta realidad tan abrumadora son sus preciosos cuentos de hadas.
Esta gigantesca metáfora que envuelve el lado fantástico del relato es lo que más aman los espectadores. Ofelia huye hacia sus libros, donde un fauno la recibe y le explica su misión, ahí descubre que es una princesa encarnada y que debe sortear peligrosos obstáculos para lograr su cometido.
Vidal no logra ver al fauno por razones evidentes, y lo que refuerza un final feliz y trágico a la vez es el destino de Ofelia, asesinada por su padrastro, la niña con sus últimos segundos de vida, proyecta su imaginación a aquel mundo prometido por el fauno, donde su padre y su madre le esperan para reinar juntos y con justicia.
Una sola gota de sangre inocente debía ser derramada para poder abrir el portal al reino. Quizás a modo inconsciente, pero Ofelia sabía que ese era el final del camino, para bien o para mal.
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