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Las películas de atracos son un género por sí mismas, ya que en el fondo, a pesar de nuestros valores morales, siempre nos gusta seguir a aquellas personas ordinarias que son capaces de lograr una que otra pillería de la ley que a nosotros nos es imposible de pensar. Es por esto que independiente de que innumerables cintas sigan una fórmula similar, las disfrutamos de todas maneras mientras aquellos detrás de cámara se las ingenien para contarnos la historia de una manera ingeniosa. «El Rey de los Ladrones» («King of Thieves»), parecería ser una entrada más que notable dentro de este género, con una impresionante historia verídica como base y un reparto de primera al frente… y contra todo pronóstico, terminó no siéndolo.
Sinopsis: Basada en el histórico robo de Hatton Garden, Inglaterra en 2015, «El Rey de los Ladrones» sigue a un veterano grupo de ladrones ya retirados que planean dar un último gran atraco: el millonario depósito de Hatton Garden.
Creo que hay que partir por dejar en claro que no creo que «El Rey de los Ladrones» sea una mala película; tiene buenas actuaciones, cinematografía impecable, y como dije anteriormente, tiene una muy buena base verídica en su narrativa. El problema en cuestión, es que su foco tonal es bastante disperso y poco centrado, y por consecuencia, no hay una dirección clara en la historia que se nos quiere contar.
Todas las grandes películas de atracos («El Gran Robo del Tren»; «Faena a la Italiana»; «La Gran Estafa»; por decir algunas) tienen dos elementos que deben ser imprescindibles para toda entrega de este género: astucia y tensión. En esta ocasión, nunca vemos realmente estos elementos en la pantalla, sino que toda la astucia de lo que ocurre se sustenta solamente en la reputación que precede a los personajes (pero que jamás se pone realmente en la práctica), y no hay tensión en lo absoluto, de principio a fin, ya que la cinta no está filmada de manera que haya una tensión latente (y el guión tampoco la emplea).
Si bien, el reparto es de gran calibre, el guión no les hace buena justicia. Michael Caine (la trilogía «El Caballero de la Noche»; «Los Ilusionistas»), con todo el talento que lo precede como actor, interpreta a un personaje que está escrito de una forma muy pobre, al punto de que jamás resalta como alguien que podría ser aludido como «el Rey de los Ladrones» que resalta el título de la cinta.
Asimismo, el personaje de Caine cae en la falta de resultar monótono por una falta de desarrollo personal más concreta, cosa que también se repite con sus pares, quienes al no tener papeles con buen desarrollo y mayor carisma, no se dedican a más que discutir, amenazarse y traicionarse entre ellos como viejos, de una forma muy anticuada y que gira en torno a un solo chiste: los ladrones son muy viejos (cosa que Caine ya hizo en 2017 con «Un Golpe con Estilo»).
Personalmente encuentro una tremenda falta el tener a un actor como Michael Gambon (la saga «Harry Potter», «Fantastic Mr. Fox») y usarlo por sólo cinco minutos en toda la película en un papel que cualquiera pudo haber hecho, tal como siento que, con todo lo buen artista que es Charlie Cox («Boardwalk Empire»), está muy mal ubicado aquí. Su personaje no tiene buena caracterización ya que la mitad del tiempo pareciera que su carácter de «antisocial» debería verse representado por la misma mirada (o falta de ella) que el actor usaba para interpretar a Matt Murdock en la popular serie «Daredevil» (dato: ese personaje era ciego, el de aquí no lo es), y asimismo, su relación con el personaje de Michael Caine jamás se explica ni se desarrolla bien.
James Marsh, quien en 2008 ganó el Oscar a mejor documental con la brillante «Man on Wire», y luego deslumbró a medio mundo en 2014 con «La Teoría del Todo», pareciera estar muy perdido al manejar esta historia. Si bien sabe lo que quiere en cada escena, claramente no hay una visión clara a la hora de unirlas. En un minuto las cosas son cómicas, pero en otro son serias. En un momento los personajes bromean y al siguiente se están amenazando de muerte seriamente. Los tonos chocan constantemente, y asimismo, los personajes se tornan desagradables a consecuencia de ello.
Sin embargo, con todo esto dicho, no quiere decir que no hayan cosas buenas. La historia, por peor o mejor que esté contada, no deja de ser interesante, considerando que hay lujo de detalles sobre cómo se condujo uno de los robos más grandes en la historia de Inglaterra. Asimismo, a pesar de lo desagradables que pueden llegar a ser los protagonistas, sí logran sacar una risa aquí y allá, y de forma algo más elevada a lo usual dado que los actores son muy buenos.
¿Recomendaría «El Rey de los Ladrones»? Pues depende. Si quisiera hablar de películas de atracos dignas de ver, la verdad es que no sería el caso; pero si hablara de una cinta para pasar el rato y que de paso cuente una historia de la que se puede aprender una que otra cosa sobre lo ocurrido en la vida real, pues está más que recomendada. Nada que sea condenable, pero cuando el monarca de los ladrones roba sin mayor sentimiento, el resultado, por entretenido que sea, no llega a ser muy memorable.
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