[Reseña] “El Silencio de Marcos Tremmer”: Perdón sin culpa

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«El silencio de Marcos Tremmer» es un drama encabezado por Benjamín Vicuña (El Hilo Rojo) en el que da vida a un hombre que descubre que una enfermedad letal acabará con su vida en pocos meses.

La película fue dirigida por Miguel Ángel García de la Calera (Caribe Todo Incluido) y junto con Vicuña,  es protagonizada por Adriana Ugarte (Julieta), acompañados por Félix Gómez (Ibiza) y Daniel Hendler (Virus: 32).

Sinopsis: Marcos Tremmer es un exitoso publicista que vive en Madrid, locamente enamorado de su mujer, Lucía. Un día, Marcos descubre que una enfermedad mortal acabará con su vida en pocos meses. Para proteger a Lucía del que, por seguro, será un inmenso sufrimiento, toma una decisión arriesgada: ocultar la situación y alejarla.

Existen quiebres en la vida que nos obligan a replantearnos nuestro lugar en el mundo, nuetro futuro, nuestras relaciones con otros y cómo vivimos el día a día. Probablemente, dentro de estos, el diagnóstico de una enfermedad de difícil tratamiento figura en el peor de los escenarios mentales de muchos. La cinta nos enfrenta a estas circunstancias, y a través de eso intenta plantear reflexiones como; ¿Cuál es el peso de una enfermedad?, ¿Quiénes cargan con este peso? ¿Hasta dónde llega realmente la individualidad de vivencias como esa?. Intenta.

La película nos enfrenta a Marcos, un hombre exitoso y amoroso, preocupado y comprensivo. O al menos eso tenemos que creer, porque rápidamente el personaje decae al evidenciarse lleno de soberbia y egoísmo.  Frente a este crudo diagnóstico , Marcos decide tomar una drástica decisión: dejar a sus más cercanos fuera del proceso. Quizás la idea del film es incentivar la reflexión, pero esto se hace realmente difícil al obstaculizar constantemente nuestro proceso de empatía con el protagonista. A lo largo de toda la cinta vemos a alguien escudar todas sus malas decisiones y conductas (que evidentemente no pueden nacer solamente de un diagnóstico), en esta experiencia y en el «intentar» ahorrarle sufrimiento a los demás.

«El silencio de Marcos Tremmer» falla rotundamente en su equilibrio, pues mientras nos intentan vender este hombre sufriente, no nos entrega razones ni espacio para empatizar con él y así conectar con la crudeza de vivencia de la enfermedad, pues la verdad es que es una pésima persona que casualmente vive con cáncer, y pareciera que la cinta quiere presentar esto como razón suficiente para exculparlo de cualquier error, no importa su gravedad. Hay un sinfín de situaciones y comportamientos acomodados de forma antojadisa simplemente para seguir contando la historia que se intenta presentar, sin importar si se escapan de la lógica.

A medida que la historia avanza, también se intensifica la manipulación de la historia y los personajes para conmover al expectador a través de diálogos clichés y música muy bien acomodada, hasta beatificar a esta persona solo por padecer cáncer, terminando por ignorar todas sus enormes y graves falencias. Nuevamente, se convierte en algo tan tedioso, que se hace muy difícil alcanzar algo cercano a las reflexiones que la película pareciera que quiso explorar, provocando que todos los «dilemas» de los personajes pierdan significancia.

Sin embargo, el contraste de la historia es enorme con el desplante visual de la cinta, que está muy bien realizado. Me atrevería a decir que la fotografía y el diseño de producción destacan por sobre todo lo demás, dominado por hermosos paisajes panorámicos de Madrid, que son lo único que realmente refleja este tono más contemplativo, reflexivo y determinante en la vida de los personajes.

Las actuaciones destacan solo en la medida que el guión se los permite, es decir, de forma bastante limitada.

Una película visualmente hermosa, pero que se perdió en la ambición de sus ideas. En cines gracias a Market Chile

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