Tiempo estimado de lectura: 3minutos, 58segundos
Tras ganar 4 Globos de Oro (incluyendo el galardón a “Mejor Película – Comedia o Musical”) y recientemente nominada a 13 Premios Oscar (incluyendo “Mejor Película”), llega a los cines de Chile la controvertida: “Emilia Pérez”, musical realizado por el director francés Jacques Audiard (The Sisters Brothers) quien, sin hablar el idioma, con un elenco principalmente internacional y, sin investigar mucho del país (según lo que éste mismo ha mencionado en recientes entrevistas), se propuso reflejar el México actual en los ojos de un jefe de cartel que decide retirarse de sus negocios y desaparecer para siempre, convirtiéndose en lo que siempre ha soñado ser: una mujer.
Sinopsis: México, hoy. Sobrecalificada y explotada, la abogada Rita está desperdiciando sus talentos trabajando para una gran firma que se dedica más a encubrir la basura criminal que a servir a la justicia. Pero aparece una salida inesperada, el tipo de ofertas que no puedes rechazar: ayudar al temido jefe del cartel Juan “Manitas” Del Monte a retirarse de su negocio y desaparecer para siempre. Manitas tiene un plan que ha estado perfeccionando en secreto durante años: convertirse, finalmente, en la mujer que siempre ha soñado ser.
“Emilia Pérez” es un drama ambientado en México que combina elementos de música y crimen. La trama sigue a Manitas del Monte, un poderoso líder de un cartel mexicano que, al someterse a una transición de género, se convierte en Emilia Pérez. El personaje busca escapar de su violento pasado, encontrar el perdón de la comunidad y reconciliarse con su familia.
El elenco principal incluye a Zoe Saldaña (Avatar: The Way of Water), Karla Sofía Gascón (Rebelde), una actriz transgénero que interpreta a Emilia Pérez, y Selena Gomez (Wizards of Waverly Place). Saldaña destaca con una actuación compleja y llena de matices, convirtiéndose en el pilar emocional de la película y robándose muchas escenas. Por su parte, Gascón aporta una interpretación profunda y sincera, que cautiva al espectador con la vulnerabilidad y fuerza de su personaje.
Sin embargo, la actuación de Selena Gomez (Wizards of Waverly Place) es indefendible y, definitivamente, el punto más débil del filme. En el que podría ser el peor desempeño de su carrera, Gomez muestra una falta de preparación evidente, con una pronunciación y fluidez en español que entorpecen su personaje. Su inclusión perjudica la narrativa, dejando la sensación de que otra elección de casting habría elevado la película. A pesar de esto, las sólidas actuaciones de Saldaña y Gascón permiten que el espectador disfrute de la historia.
Aunque “Emilia Pérez” celebra la diversidad y busca abrir conversaciones sobre identidad, la película genera controversia, especialmente dentro de la comunidad LGBTQ+. La representación de personas trans se ve limitada por estereotipos y una narrativa reduccionista que asocia la transición de género únicamente con cambios físicos. Además, la combinación de géneros no siempre fluye de manera natural, lo que provoca inconsistencias en el tono de la película.
Otro aspecto problemático es la representación de la cultura mexicana. La historia recurre a clichés y estereotipos que perpetúan una visión simplista de México y Latinoamérica, romantizando la cultura del narcotráfico y cayendo en detalles racistas y transfóbicos. Un ejemplo notable es el uso de brownface: el personaje de Manitas del Monte es moreno y malvado, mientras que Emilia, tras su transición, es blanca y benevolente. Este enfoque, junto con la decisión de elegir actores no mexicanos para roles principales, plantea dudas sobre la autenticidad y sensibilidad cultural de la producción.
La música de la película también deja opiniones divididas. Aunque algunas canciones son pegajosas, el hecho de que fueran creadas por un dúo francés ajeno al idioma y la cultura afecta su autenticidad. Las letras simplistas no logran capturar plenamente la riqueza del contexto mexicano, lo que resulta en un apartado musical irregular.
En resumen, “Emilia Pérez” no es una mala película, pero tampoco logra cumplir con su ambiciosa propuesta. Si bien busca explorar temas importantes como la identidad y la transformación, cae en estereotipos que pueden resultar ofensivos para la comunidad latinoamericana y LGBTQ+. Sin embargo, la película merece atención por su narrativa arriesgada, el carisma de su protagonista y su capacidad de conmover al público. Aunque imperfecta, deja una impresión gracias a su audacia estética y emocional.
Deja una respuesta