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Mucho revuelo causó Sony Pictures Animation cuando confirmó que haría una película basada en los «emoji» que diariamente utilizamos mientras chateamos por el celular. Un proyecto que no llamaba para nada la atención, y con la que varios especialistas se preguntaron si en la compañía se habían quedado sin ideas. Pasaron los meses y la empresa presentó las primeras imágenes, el trailer, y luego, la película completa. Un filme que para los críticos de cine fue un desastre, llegando a obtener la puntuación más baja en el portal Rotten Tomatoes, con un 0% de aprobación por parte de la crítica profesional (hoy en día posee un 8%). ¿Será tan mala como dicen?
Sinopsis: “Emoji: La película” revela el mundo secreto nunca antes visto de tu smartphone. Escondido dentro de la aplicación de mensajes se encuentra Textópolis, una activa ciudad donde viven todos tus emojis favoritos, que esperan ser seleccionados por el usuario del teléfono. En este mundo cada emoji tiene una sola expresión facial, excepto Gene, un exuberante emoji que nació sin un filtro y está rebosante de múltiples expresiones. Decidido a convertirse en “normal” igual que los otros emojis, Gene pide ayuda a su ingenioso amigo Hi-5 y al notorio emoji codificador Lady Hacker. Juntos se embarcan en una épica “app-aventura” a través de las aplicaciones del teléfono, cada una de las cuales tiene su propio mundo salvaje y divertido, para encontrar el código que pueda arreglar a Gene. Sin embargo cuando un peligro mayor amenaza al teléfono, el destino de todos los emojis depende de que estos tres inverosímiles amigos puedan salvar su mundo antes de que sea exterminado para siempre.
El principal defecto que posee «Emoji: La Película» tiene que ver con su historia, muy parecida a «Ralph: El Demoledor» (2012) y en algunas ocasiones a «Intensa-Mente» (2015). Su personaje protagonista no se siente cómodo con lo que es, se supone que es un «meh», pero él posee la capacidad de tener más de una expresión en su cara. Los otros emoji no lo quieren mucho y es por eso que decide embarcarse en una aventura para ingresar a la «nube» y así editar su «código fuente», para convertirse en el «meh» que debiese ser. ¿No les suena conocido?
Otro punto por el que la gran mayoría ha criticado al filme es por el diseño que poseen sus personajes, he incluso, por el gran parecido que tiene el personaje femenino «Lady Hacker», con «Estilo-Libre» de «La Gran Aventura Lego» (2014). Un diseño que, claro, al ser caras redondas… no creo que haya mucho más que hacer que ponerle piernas largas e intentar que los principales «sean diferentes» a los demás. Si bien es cierto, no es una gran idea… acaso, ¿tienen una mejor?
Por último, el tercer punto que no beneficia al filme es el denominado «product placement», una técnica publicitaria que consiste en hacer menciones o presentar productos dentro de una serie, película o juego, pero haciéndolos lucir como parte de la historia, y no como publicidad. Factor criticado con el que no estoy de acuerdo. Si la película trata de «Emojis» y celulares, es imposible que no aparezcan ciertas aplicaciones que nosotros mismos utilizamos, sin ello, como espectadores no congeniaríamos con lo que está sucediendo. Es por esto que considero precisa la aparición de aplicaciones como Instagram, Youtube, Spotify y Candy Crush; al fin y al cabo, son las típicas apps que poseen nuestros celulares, sería raro que no estuviesen dentro del «celular protagonista».
Es con esos tres puntos en contra que «Emoji: La Película» se presenta en cartelera de cines. No obstante, dichos puntos parecen afectar mayormente a las generaciones adultas… ¿ocurrirá lo mismo con el público objetivo?
En lo personal, pienso que muchas veces ocurre que la «crítica especializada» se olvida de lo que -yo considero- es el punto más primordial al momento de escribir de una película: el público al que se encuentra destinado. Por ejemplo, actualmente tenemos cuatro películas animadas en cartelera, siendo una de ellas «Las Aventuras del Capitán Calzoncillos«, filme que aburre a la gran mayoría del público adulto (a excepción de los fans del libro en el que está basada), pero que hace reír a carcajadas a los más pequeños… ¿cómo decir que esa película es mala, si funciona con su público objetivo? Con «Emoji: La Película» ocurre algo parecido, el público adulto es quien se fija en los tres puntos anteriormente mencionados, mientras que los más pequeños no se preocupan de aquello, y simplemente, disfrutan de la película.
¿Se merece el 0%? No. ¿Es la mejor película de la vida? Tampoco. ¿Funciona? Sí, entretiene y cumple con lo prometido a su público objetivo.
En fin, todos sabemos que la idea no es muy buena… pero la película sí funciona y cumple con lo que promete. No tiene una historia novedosa, y su diseño de personajes podría molestar a algunos (al igual que el product placement), sin embargo, la idea funciona con su público objetivo, y sin duda, entretiene mucho más que otros filmes animados de menor tamaño. No vamos a estar comparando «Emoji» con algo «Pixar», claramente.
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