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“Fragmentos de una Mujer” (Pieces of a Woman) es el nuevo estreno con el que Netflix pretende reservar su asiento en la próxima temporada de premios. Un drama duro, con poco espacio para respirar del sufrimiento y angustia que genera un hecho tan doloroso e inesperado como la pérdida de un hijo recién nacido, seguido de un espiral de acontecimientos y situaciones que hacen de este daño algo de nunca acabar.
Sinopsis: La vida de Martha y Sean Carson, una pareja de Boston, cambia radicalmente tras perder a su hija durante un parto casero por la negligencia cometida por una matrona a la que posteriormente denuncian ante los tribunales. Comienza entonces un largo vía crucis para Martha, que además de tener que superar el dolor por la pérdida de su hija, tiene que hacer frente a su compleja relación tanto con su pareja como con su madre, una mujer dominante por naturaleza.
La película aborda un tema sensible y que se suele evadir; nadie se siente cómodo exponiendo una realidad tan dura como la pérdida de un hijo. Sin embargo es una necesidad que estos temas sean expuestos, convirtiéndose en un desafío que pone a prueba la sensibilidad y habilidad de sus expositores. El director Kornél Mundruczó triunfa al retratar en una escena muy emotiva y cercana la llegada de Yvette, la primera hija de la pareja de Martha y Sean. Una bebé sumamente esperada y para cuyo nacimiento sus padres se han preparado por meses, con un sinnúmero de planes en donde lo más importante es lograr un parto en casa lo menos intervenido posible.
Pero como muchas cosas en la vida, los planes se tuercen y de pronto todo comienza rápidamente a precipitarse a un oscuro desenlace. Desde el inicio, Vanessa Kirby se revela como el potente hilo conductor de esta historia, entregándonos una interpretación sumamente fuerte y estudiada, que luego de transitar por la emoción y el desafío del trabajo de parto, nos sume en un dolor que se refleja en la total alienación del personaje a su entorno, del que ya no sabe cómo formar parte. Sin embargo este dolor, que es silencioso pero vivo, jamás duerme, pues su cuerpo le recuerda constantemente lo que perdió.
Aquello que en algún momento unió a la protagonista con todos quienes la rodean (su pareja, su madre y el resto de su familia) es algo que ahora los separa, pues el duelo no tiene una sola forma de ser vivido y al parecer nadie alrededor de Martha lo entiende. Todos esperan algo de ella que es incapaz de entregar, lo que provoca que progresivamente todo su entorno se comience a fragmentar, sin que nadie sea capaz de prestarle apoyo o entendimiento.
Pero a pesar de que para Martha la vida parece haberse detenido, el mundo constantemente la fuerza a retomar el ritmo. La película retrata como debe levantarse y lentamente comenzar a reconstruirse como hija, madre y mujer, descubriendo cómo revivir todas aquellas partes de su persona que ahora parecen enterradas. La historia está llena de simbolismos, un bello retrato no explícito de la historia que se acompaña a la perfección de su fotografía y música, complementando la actuación de Kirby.
Lamentablemente esta potencia inicial poco a poco comienza a desvanecerse cuando la historia comienza a desconectarse del resto de sus personajes, relegando a Sean a un lugar secundario, y considerando escasamente cualquier otro rol en la historia, entregando todo el peso a Vanessa Kirby, quizás solo apoyada por su madre, interpretada por Ellen Burstyn.
Además tiene algunos puntos delicados como la postura que finalmente presenta frente al parto en casa y las comprometedoras escenas protagonizadas por Shia LaBeouf tan solo pocas semanas después de ser acusado de abuso por una de sus ex-parejas.
Pese a todo esto, “Fragmentos de una Mujer” es una cinta emotiva, necesaria y que genera una pronta conexión con el espectador, que nos dejará reflexionando sobre cómo enfrentamos la pérdida, cómo expresamos el dolor y finalmente como podemos sobreponernos a ello para continuar nuestro camino. La cinta está disponible en Netflix.
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