[Reseña] “Guerra Civil”: Lo que está muriendo sigue vivo

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Las películas de guerra abundan, de hecho, se podría decir que es uno de los tópicos más recurrentes del cine y sin embargo seguramente no has visto nada como «Guerra civil». La nueva película de Alex Garland es descarnada, furiosa y vibrante, y te llevará a un lado de la guerra tan cruento como emocionante y necesario.

Sinopsis: La historia toma lugar en el futuro cercano, en un Estados Unidos fracturado, al borde de una guerra civil. Varios de los Estados se han separado de la mencionada nación, formando alianzas en contra del gobierno mientras el ejército ataca a los civiles.

Aquí seguiremos a un grupo de periodistas que se enfrentan al peligro con tal de documentar lo que realmente está pasando. Se dirigen hasta la capital, aún con el conocimiento de que a los reporteros se les elimina en cuanto se les identifica en ese lugar.

La película retrata la intensidad de la guerra desde un foco sumamente cercano pero poco habitual, que no es directamente desde quienes se ven involucrados en la violencia como perpetradores o como víctimas, si no que desde el ojo de quienes se ven encargados de, en sus mismas palabras, registrar la crudeza de los hechos para que otros hagan las preguntas. La cinta logra plasmar muy bien que no siempre hay bandos o acuerdos claros, al no ahondar en una explicación del origen o las motivaciones de este conflicto,  y que la principal lucha no siempre son los principios éticos, políticos o incluso morales, sino simplemente la sobrevivencia.

El grupo protagónico está muy bien compuesto por todas las etapas vitales de la motivación para enfrentarnos a la una desafiante existencia: Quienes comienzan con temor y afán de encontrarse con lo desconocido, quienes se enfrentan desde el rigor y la experiencia y quienes se niegan a dejar ir lo único que los mantiene vivos. El conjunto, compuesto por principalmente por Cailee Spaeny (Priscilla) quien nuevamente se levanta como una actriz con un gran potencial y Kirsten Dunst, quien nos vuelve a sorprender por la crudeza de su actuación luego de «El poder del perro», acompañadas con excelencia por la dupla compuesta por Wagner Moura y Stephen McKinley Henderson.

La cinta tiene una clara intención de contrastar esta visión comúnmente retratada en el cine de la guerra; oscura, padeciente, triste, amarga, por una mucho más atrevida, para lo que utiliza de manera muy inteligente todos los elementos audiovisuales del film.

Uno de ellos,  que le entrega un poder visual y emocional increíble a la cinta es el uso de los colores y el contraste. Mientras nos cuenta una historia inundada por la desesperanza, la muerte y una constante sensación de peligro, nos enfrenta con colores vibrantes, llenos de vida que nos recuerdan que aquello que está por morir sigue vivo, y tiene el derecho de comportarse como tal hasta que llegue el momento. También es un perfecto acompañamiento para lo salvaje y lo brutal de cada escena, eligiendo no decantar por esa sensación amarga de tristeza y desconsuelo, sino más bien por una adrenalina y euforia que te mantiene con el estómago en la garganta durante todo el tiempo que estás frente a la pantalla, un ritmo eléctrico que no cesa.

Otro de estos ingredientes es la música: no podía creer las canciones que acompañaban cada escena. El grupo de periodistas está guiado por la motivación superior de aquella pasión por la que lo han dejado todo: La oportunidad de contar la cruda verdad,  oscura y oculta tras aquellas escenas de las que nadie ha sido testigo aún.  La música es el compañero perfecto a la hora de resaltar ese espíritu y te hará quedar con ganas de seguir escuchando.

Sin duda uno de mis estrenos favoritos en lo que va del año, que me dejó con las emociones en el techo y recomiendo vean en pantalla grande para poder disfrutar de esta explosión de emociones en una intensidad superior. Estreno gracias a Diamond Films Chile. 

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