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Pasado ya un tiempo, Brad (Will Ferrell) y Dusty (Mark Wahlberg) han sido capaces de limar sus asperezas y embarcarse en la tarea de la paternidad como compañeros, o «co-papás», como Brad los califica, llevando una aparentemente sana y moderna relación en pro de los niños. Pero con la llegada de los abuelos, y muchos problemas de padre ausente por resolver, la dupla de protagonistas tendrá muchos nuevos desafíos a los que enfrentarse.
Esta vez ambientada en la época navideña y cargada del espíritu de las fiestas, vuelve la comedia protagonizada por Brad y Dusty, una pareja dispareja que se las arregla lo mejor que puede para hacer funcionar su familia luego de que sus padres se separaran y encontraran nuevas parejas.
Con una breve pero precisa introducción a dónde nos dejó la película anterior con respecto a sus protagonistas y su incipiente relación, llega a las pantallas «Guerra de papás 2», renovando exitosamente su premisa a través de la inclusión de nuevos papás: Don (John Lithgow) y Kurt (Mel Gibson).
Don es una persona amable, sobreprotectora y extremadamente cariñosa, totalmente acorde a su hijo Brad, un adulto extremadamente emocional e ingenuo. Kurt por el otro lado, es un papá totalmente despreocupado, con un trabajo de héroe, mujeriego y burlesco, que ha cultivado desde la infancia la dura y exitista personalidad de Dusty. Ambos con conflictos por resolver con sus respectivos hijos, llegan para alterar la precaria estabilidad entre Brad y Dusty.
Una inclusión al cast que sin duda se robó la pantalla es la de Mel Gibson en el papel del abuelo Kurt, quien con una personalidad ácida y un personaje lleno de conflictos por resolver (y a pesar de que algunos más críticos la puedan catalogar como una versión más amigable de sí mismo), es quien mejor se incorpora a los personajes que ya conocíamos.
El punto débil de este tipo de cintas es siempre la distribución internacional: Muchos de los chistes están diseñados para el público estadounidense, por lo que la mayoría de las veces es difícil sentirse identificados con ellos y captar todas las referencias, y por lo tanto, disfrutarlos a concho. Obviando esto, la película te arrancará más de alguna carcajada rescatando varios chistes de los que ya habíamos sido testigos en la primera entrega, y sin duda te hará pasar un buen rato frente a la pantalla si lo que buscas es una comedia liviana, sobretodo si te gustó la primera parte.
La cinta tiene una escena post-créditos, pero dejo a su criterio si quieren permanecer en la sala para verla.
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