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A casi diez años de la publicación de Harry Potter y las Reliquias de la Muerte, y a seis del estreno de su última película, nos reencontramos con el niño de la cicatriz de rayo y sus amigos, en una nueva aventura en «Harry Potter y el Legado Maldito«, una obra de teatro escrita por Jack Thorne, cuyo lanzamiento remeció al mundo el 31 de julio recién pasado. Acá no nos aguantamos y leímos la versión en inglés, ¿Quieren saber que pienso? Sigan leyendo.
Supervisada y aprobada por J.K. Rowling, se presenta como un largo guión, dividido en dos partes y funciona exclusivamente como obra de teatro o película, debido a que la narrativa es muy fluida, carece de relleno y centra su narrativa principalmente en los diálogos (además de algunas notas y direcciones); de ser adaptado a una novela tradicional, su duración sería muy extensa para poder abarcar lo que se explica y aunque es muy distinto a leer los libros anteriores, uno se acostumbra al poco rato.
Sinopsis: “Siempre fue difícil ser Harry Potter y no es mucho más fácil ahora que es un empleado con exceso de trabajo del Ministerio de Magia, un marido y padre de tres niños en edad escolar.
Mientras Harry se enfrenta con un pasado que se niega a permanecer donde pertenece, su hijo menor Albus debe luchar con el peso de una herencia familiar que nunca quiso. Como el pasado y el presente se fusionan ominosamente, padre e hijo descubren una verdad incómoda: a veces, la oscuridad viene de lugares inesperados.“
El resumen oficial entrega ciertas luces de lo que trata la historia. Sin arruinar detalles, esta retoma exactamente en la estación King’s Cross donde nos dejaron hace tantos años, y nos encontramos tanto con rostros familiares como algunos nuevos, entre los que están, obviamente, el trío dorado (Harry, Hermione, Ron), Ginny, Draco, y sus hijos, entre otros, pero debe entenderse que Harry Potter y el Legado Maldito es una historia total y completamente nueva, centrada principalmente en Albus Severus Potter y Scorpius Malfoy.
La historia es compleja, muy compleja, y debes tener conocimiento total del universo de Harry Potter para entender lo que sucede, ya que todo pasa muy rápido sin explicaciones en el medio. Las escenas son cortas, y no llegamos a conocer a ninguno de los personajes nuevos muy a fondo, debido a que cada momento es breve. La historia mezcla historias del presente y del pasado, además de los personajes que conocemos de siempre (que ahora son adultos) y a sus hijos, en un mundo que en parte ya conocemos, pero con algunos cambios y volver a visitar algunos de estos lados se siente dulcemente nostálgico.
Aunque la historia comienza muy familiar, y hasta podemos oír las palabras de J.K. Rowling una vez más, lamentablemente este sonido se va perdiendo. Los personajes conocidos, quienes bordean los 40 años en esta obra, no se siente realmente como si hubieran crecido, si no como personas totalmente distintas y extrañas, su desarrollo no es creíble y parecen absurdos a ratos y otros personajes se alejan mucho de lo que recordábamos, o habíamos creado en nuestras cabezas (como sucede con los hijos) y, en algunos casos, no hacen justicia ni a la memoria ni a esta idea creada en el imaginario colectivo.
Cuando la voz de J.K. Rowling se esfuma, lamentablemente Harry Potter y el Legado Maldito pierde la fidelidad a lo que ya conocíamos, y casi lo único que realmente nos hace sentir de vuelta en el mundo que tan bien podemos reconocer es el duro diálogo interno de Harry Potter, el cual es denso, muy profundo y vemos una parte de Harry que no habíamos conocido tan a fondo, siendo el único personaje que se siente fiel al original. Los nuevos personajes son a ratos decepcionantes, e incluso la introducción de un inédito personaje con tremenda relevancia a la historia, pero que su existencia no habría sido ni insinuada en las obras previas, se siente poco creíble y hasta sospechosamente inducida solo para justificar el guión. Los plot twist (giros en la trama) no son sorpresivos, la historia fluye de manera algo predecible, y la dualidad existente entre centrarse en el mismo Harry Potter o su hijo y los personajes nuevos, se siente muy presente y no logra desarrollarse completamente, al buscar ser parcial y dejar a todos contentos con un poco de novedad sin dejar de lado a nuestro tradicional héroe, por lo que cuesta encontrar realmente al personaje principal.
El nuevo libro/obra de teatro no está a la altura de considerarse como una continuación propiamente tal de la saga original, pero si le alcanza para ser una historia ubicada en el canon oficial, que ayuda a redimir a muchos personajes que habían sido pasados en parte por alto previamente o que no habían podido justificar sus actos, y hasta estos mismos actos se sienten forzados.
Aunque Harry Potter y el Legado Maldito es una historia autoconclusiva que no deja muchas interrogantes sueltas, y a pesar de J.K Rowling declaró que no volvería a escribir algo acerca de Harry Potter y compañía, esta obra nos vuelve a dejar esperanzados de escuchar historias más parecidas a lo que veremos en Animales Fantásticos y Dónde Encontrarlos, algo acerca del grupo de Los Merodeadores o quizás de los fundadores de Hogwarts y tampoco sería descabellado en pensar en más aventuras de los hijos de nuestros personajes más queridos, aunque no logran generar realmente un interés en llegarlos a conocer más. Cabe destacar que, al no ser escrito por J.K. Rowling propiamente tal, Harry Potter y e Legado Maldito termina sintiéndose a ratos como un caro y elaborado pero poco ambicioso fanfiction más que el octavo libro de la saga de Harry Potter.
Harry Potter y el Legado Maldito no es la historia que queríamos, sin lugar a dudas, pero es la historia que necesitábamos para llenar un espacio que quedó vacío por casi una década, y, aunque a ratos se siente ajena y extraña, uno termina pasando eso por alto y se convierte en una lectura obligatoria para todo fanático de Harry Potter la cual plantea una interrogante muy interesante sujeta a discusión y debate: ¿Quién es el niño maldito?
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