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Finalmente llega a salas «Hasta los Huesos» (Bones and all «) la nueva y esperadísima cinta de Luca Guadagnino, protagonizada por Thimothée Chalamet y Taylor Russel.
Sinopsis: “Hasta los Huesos” cuenta la historia del primer amor entre Maren (Taylor Russell), una joven que está aprendiendo a sobrevivir al margen de la sociedad, y Lee (Timothée Chalamet), un vagabundo con ideas muy intensas que vive marginado… cuando se conocen y se unen para una viaje de mil millas que les lleva por carreteras, pasajes ocultos y caminos alternos en los Estados Unidos de Ronald Reagan. Pero a pesar de sus esfuerzos, todos los caminos conducen a sus aterradores pasados y a una última parada que determinará si su amor puede sobrevivir a su alteridad.
«Hasta los Huesos» es una cinta arriesgada. Es difícil para el espectador no ver la palabra «canibalismo» en la sinopsis como si estuviera resaltada con luces de neón. Y si eres una persona sensible, deberías hacer caso a esa alarma y ser consciente de que hay más de una escena sumamente explícita, sin embargo el tema es netamente un contexto y vale totalmente la pena resisitirlo. Desde mi perspectiva personal dichas escenas no duran más que un par de segundos, lo justo y necesario para enfocar la historia.
«Hasta los huesos» es una historia de amor, la historia de dos marginados cuya vida parece un castigo, destinados a la soledad y a la incomprensión. A ser espectadores de lo que todos los demás experimentan, porque cada vez que tratan de involucrarse las cosas se vuelven una pesadilla, alejándolos de quienes aman y de todo lo que podrían soñar con llegar a ser, secuestrados por su naturaleza. Sin embargo, esta vez, parece existir una oportunidad cuando encuentras a alguien igual a ti, que parece atravesar algo parecido, y que a pesar de no ser iguales, logran un punto en común gracias al cual siempre convergen y se entienden. Y ese entendimiento de pronto se vuelve un refugio, un respiro en ese más que duro camino de autodescubrimiento, de autocomprensión y también de perdón. Porque este es un camino que no han elegido pero del que no pueden huir, en donde la única opción es aprender a atravesarlo sin destruir todo de por medio.
Así acompañamos a los protagonistas en este camino en donde el amor lo consume todo, hasta los huesos, y sin embargo, se vuelve salvación y consuelo, porque a veces a lo único que aspiramos es a ser comprendidos y queridos sin juicios de por medio. La química entre ambos protagonistas es palpable y adictiva desde el comienzo, dominando la pantalla y la narrativa. Maren es una chica que se ve forzada a resolver su vida de forma abrupta de manera autónoma y solitaria, en un abandono que jamás se imaginó. En cambio Lee es un transeunte que vive el momento y que huye de los lugares y personas que quiere pero con lo que es incapaz de convivir, no solo por su naturaleza. Es así como se encuentran en puntos diametralmente diferentes, pero que convergen en esa necesidad común de refugio, hasta que finalmente aprenden que todos merecemos un amor incondicional.
La música de la cinta genera el equilibrio perfecto entre las crudas imágenes y el tono en el que busca la narración que nos sumerjamos, centrándose en la historia de amor. Una historia que, si le das la oportunidad, remecerá tu corazón.
“Hasta los Huesos” , adaptación cinematográfica de la novela escrita por Camille DeAngelis, llega a los cines el 1 de diciembre de la mano de Warner Bros. Pictures.
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