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Felipe Izquierdo es probablemente uno de los artistas más carismáticos y talentosos de Chile. Actor, comediante y comunicador medial, el hombre ciertamente nunca ha carecido de algo que decir, y sobre todo, nunca le ha faltado contenido para sacar una buena risa. Si bien su monólogo teatral «Hecho Bolsa» fue un éxito desde su estreno en 2012 (que incluso lo sigue interpretando hasta el día de hoy), la determinación de Izquierdo lo llevó a que eventualmente lo pasara del escenario a la pantalla grande, y el resultado, sorprendentemente, no es nada menos que una muy grata sorpresa.
Sinopsis: ¿Quién no ha estado hecho bolsa alguna vez?, la película trata la historia de Alfredo (Felipe Izquierdo), un publicista que amanece en medio del hostigamiento diario de los que lo rodean y del acoso de la ciudad, que le llueve como si una nube negra se posara sobre él constantemente.
Probablemente lo más destacable de todo, es que esta película fue completamente autogestionada por Izquierdo, al punto de hacerla casi sin costo (en términos de que costó por debajo de una producción cinematográfica tradicional, y sin apoyo del FONDART, como destaca en los créditos iniciales), con un solo lente de una cámara de fotos, con aportes en escena de amigos actores (Francisca Imboden, Fernando Larraín, Julio Jung y Marcial Tagle, por decir algunos), y con inclusive, buena parte de las escenas siendo filmadas en la misma casa del protagónico artista.
Es precisamente esta determinación independiente la que resalta el espíritu detrás de esta película, que claramente tiene la pasión de Izquierdo en cada escena y pieza de diálogo que se recita en pantalla, con comedia histriónica y cargada de astuto comentario social sobre la vida cotidiana del chileno promedio de clase media, en aspectos familiares, laborales, económicos y sociales, con los cuales todos han de sentir empatía en más de una ocasión u otra.
La cinta no respeta necesariamente las reglas de continuidad narrativa, pero sí sigue un relato dentro de todo, y este logra atrapar no tan sólo por el hecho de que entrega risas bien logradas, sino que juega probablemente con uno de los sentimientos humanos más comunes y detestables que se viven en los peores momentos de crisis: el sentir que el mundo conspira constantemente contra nosotros para poder hundirnos.
Dentro de todo, «Hecho Bolsa» no es una película que vaya a cambiar el panorama del cine chileno, ni es el nuevo hito de la industria chilensis, pero tiene un mensaje claro e interesante que decir a través del lenguaje universal del humor que se ve plasmado en las realidades cotidianas de nuestro país. A veces, sólo se necesita a una persona con la determinación suficiente para compartir sus ideas, para así, poder lograr hacer pensar y asimismo entretener, y eso es más que suficiente para hacer que valga la pena el precio de entrada.
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