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El jueves 7 de septiembre de este año las salas de cine finalmente exhibirán uno de los estrenos más esperados de este 2017. Hablamos de «IT», cinta que se basa en la novela homónima del prolífico autor Stephen King y que ya tuvo una primera adaptación en 1990, en forma de miniserie para la TV.
La nueva versión, orquestada por el argentino Andrés Muschietti, tiene la difícil tarea de ser una buena adaptación de la majestuosa novela de King y además, superar, o a lo menos igualar, los traumas que dejó la versión noventera con Tim Curry interpretando al temido Pennywise.
¿Me ha gustado? Sí, de hecho ha superado mis expectativas, las cuales ya estaban muy altas. Tanto así, que no dudo en afirmar que es una de las mejores películas de lo que va de este año. Prepárate para flotar, porque a continuación desmenuzaremos la nueva versión del querido payaso antropomorfo.
Primero que todo, creo que es importante dejar en claro que estamos frente a la adaptación de un libro de 1500 páginas en su versión de bolsillo, por lo que exigir que la cinta sea igual al material original no es algo justo. Hay que entender que muchos cambios son necesarios, y que mientras la cinta sepa mantener la esencia original de la novela está todo bien.
Gracias a La Tortuga así ocurre en este caso, ya que nos encontramos frente a una película que logra captar lo más importante de la obra de King, pero que además se toma ciertas libertades creativas para adaptarla al formato visual y además a las generaciones actuales. Es así como Muschietti logra una película apegada al libro en los aspectos fundamentales, pero que de igual manera se reinventa para «constant readers» y espectadores más «casuales», por así decirlo. Dicho esto, vamos de lleno con la película.
La cinta comienza, y en sus primeros 10 minutos nos inunda de una poderosa nostalgia noventera. Las secuencias se asemejan bastante a aquella miniserie de bajo presupuesto que se convirtió en una «película de culto». Pero en relación a aquella adaptación eso sería todo, solo los primeros 10 minutos se asemejan de manera considerable, lo cual este fanático de la novela agradece profundamente.
Respecto a la interpretación del payaso Pennywise (o Bob Gray, como quieran llamarlo) hay que decir que el actor Bill Skarsgård hace un trabajo increíble. La manera en que le da vida a este ser interdimensional es uno de los puntos más altos de la película. Estamos frente a una actuación que sorprende y, sobre todo, causa mucho miedo. La gesticulación, los diálogos, los ojos (uff esos ojos son terribles), la voz e incluso los movimientos más «teatrales» hacen que este nuevo Pennywise se sienta muy aterrador.
El terror que se maneja es de la más alta calidad. Estamos frente a una película que se preocupa de darle importancia a sus personajes, hace que te encariñes con ellos y que desees que nada malo les pase, y es por esto que el miedo funciona tan bien. Estamos preocupados por los perdedores, y debido a eso cada vez que se ven enfrentados al temible payaso sentimos incomodidad y mucho miedo. El recurso del «jumpscare» también se hace presente, pero de una manera más bien sutil, lo que de corazón se agradece.
Los personajes del Club de los Perdedores están magníficamente interpretados por los jóvenes actores de la película. Cada uno mantiene su esencia respecto al libro, lo que es algo fundamental a la hora de hacer una adaptación. La química presente entre ellos es maravillosa, lo que da paso a que no sólo seamos capaces de asustarnos, sino que también de reírnos de su inocencia y de su rebosante carisma.
El poder de la amistad es un elemento que se hace presente en casi las dos horas que dura la película, haciendo que realmente sintamos la conexión con el Club de los Perdedores. Sentimos el miedo de todos los personajes, pero además de eso se siente el vinculo inquiebrantable que todos han forjado, vinculo que los ayuda a superar el miedo y mostrar valentía frente a los desafíos que la película les pone en el camino.
Henry Bowers y su banda de matones es otro punto sumamente positivo de la película, ya que se siente como una fuerza enemiga anexa al mismísimo Pennywise, lo que provoca que nos preocupemos el doble por los perdedores. La sensación de que nuestros queridos personajes están bajo amenaza es el elemento preciso para generar un miedo elaborado, que se hace presente en diferentes situaciones de la película.
En conclusión hay que decir que nos encontramos frente a una de las películas «joyitas» de este 2017. Una cinta tremendamente terrorífica, que sabe tener respeto por el material original, captando su esencia y transmitiendo lo mismo que la novela, pero que además se adapta de una manera increíble a una realidad más cercana.
«IT» no te aburrirá en ningún momento, hará que te encariñes con sus maravillosos personajes y además te tendrá al borde del asiento, muerto de susto, en muchas ocasiones. Una de las mejores adaptaciones del último tiempo de una obra del gran Stephen King y además una gran película de terror, que promete traumar con los payasos a varias generaciones. Una obra maestra del terror.
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