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Cuando «Jack Reacher» fue estrenada en 2012, su recepción fue algo acotada, dado que fue una película de acción con una gran estrella protagónica como lo es Tom Cruise, pero que traía consigo un historial de novelas de las cual fue adaptada, que no contaban con un gran seguimiento ni con una gran convocatoria de ser llevada a la pantalla grande. Aún así con todo, la película tuvo sus seguidores -incluyéndome- quienes si bien no la pusieron en un altar, los dejó contentos con un thriller de acción competente, con una trama interesante y buena acción. Y ahora nos enfrentamos a una secuela, que si bien nadie la pidió, contaba con la promesa de reunir a Tom Cruise con el director Edward Zwick, con quien trabajó en la increíble «El Último Samurai» («The Last Samurai«), por lo que habían ciertas expectativas. ¿Cumplió la película con ellas?…lamentablemente no.
Sinopsis: La Mayor Susan Turner (Cobie Smulders), líder de la antigua unidad militar de Jack Reacher (Tom Cruise), es falsamente acusada de traición. Reacher tendrá que sacarla de prisión y descubrir la verdad detrás de una conspiración gubernamental para limpiar sus nombres y salvar sus vidas. Asimismo, Reacher descubrirá un secreto de su pasado que podría cambiar su vida para siempre.
Si bien no contaba con las mayores expectativas para esta película, esperaba al menos una película de acción sólida con buenas actuaciones, buena acción y un buen misterio; el problema fue que me encontré con sólo la mitad de esto, y la ausencia del resto le pesó mucho a la producción en su totalidad.
Partiendo por las cosas con las que la película sí cumple, hay que destacar las actuaciones principales, ya que a diferencia de la historia, son lo suficientemente fuertes como para tener la atención del espectador. Tom Cruise (la franquicia de «Misión Imposible«; «Al Filo del Mañana«) nuevamente se luce como el intimidante y calculador Jack Reacher, al plantar su carisma en la pantalla y deslumbrar con todas sus escenas de acción física, para las cuales siempre el actor ha sido sumamente comprometido; lo cual es respondido con una cordial y eufórica recepción por parte de la audiencia. Y por el otro lado, tenemos a la hermosa Cobie Smulders («Los Vengadores«; Robin en la serie «How I Met Your Mother«), quien demuestra mucha presencia y un gran potencial para el drama y la acción a través del personaje de la Mayor Susan Turner, y asimismo, tiene una muy buena interacción química con Cruise, que se balancea en una buena dinámica de cordialidad y experiencia militar, en vez de derivar en las convencionalidades románticas que se acostumbran en Hollywood.
Por otro lado, en un punto medio, está uno de los factores esenciales de una película como esta: la acción. Si bien esta está bien lograda, la manera en la que el director la aborda es sumamente plana en sus tomas y ángulos, llevando a que deslumbre en el momento pero que no resulte realmente memorable posteriormente. La entrega anterior de Jack Reacher, si bien no era una película perfecta, sí contaba con momentos dignos de recordar, desde su escena inicial con un frío francotirador, hasta una espectacular persecución de autos que -me atrevería a decir- es de las mejores que se han hecho en la historia del cine; y en ese aspecto es donde este factor decepciona un poco.
Ahora, lo que realmente perjudica la película es su historia, ya que deriva en una trama sumamente formulaica dentro del thriller de espionaje militar, que no es complicada, sino que tiene demasiados puntos a considerar para luego tener una revelación y una resolución que son sumamente pobres y comunes, sin realmente causar un mayor impacto; como nos ocurre a muchos con un sinfín de películas de acción que agarramos en la televisión, y que para el final, ya no les estamos prestando una completa atención. Asimismo, hay un punto agregado que no refuerza la historia en nada, que es una subtrama que involucra la duda de si Jack Reacher tuvo una hija de la cual nunca se enteró o no; y esa posible hija está presente a lo largo de la historia y no sirve ningún propósito en lo absoluto, ya que no tiene suficiente trato emocional como causar un impacto en la audiencia, y su personaje tampoco cuenta con alguna cualidad especial que le permita incidir de manera relevante a la historia central. Simplemente está porque los guionistas creen que es relevante, y eso siempre perjudica.
Para resumir, «Jack Reacher: Sin Regreso» no es una película terrible, ofensivamente mala, ni mala en su totalidad, sino que simplemente resulta ser mediocre para lo que pudo ser. Cuenta con dos muy buenas actuaciones protagónicas por parte de Tom Cruise y Cobie Smulders, y con acción suficientemente bien lograda como para entretener al espectador promedio de películas de acción; pero sin embargo, sufre de una narrativa repetida con nada nuevo que aportar al género, y que queda corta de momentos memorables como los que su antecesora trajo a la pantalla. Si bien puede ser un rato entretenido para algunos en el cine, ciertamente lo más recomendable es el disfrutarla a futuro en casa por la televisión, con el mayor relajo posible, sin la presión de tener que prestar una completa atención, y principalmente, con buen dinero sin gastar en el bolsillo. Si bien uno no tiene la obligación de mejorar en lo que ya se hizo bien previamente, al menos hay que saber mantener la consistencia; y en este caso, Jack Reacher no regresó a ello.
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