Tiempo estimado de lectura: 4minutos, 55segundos
El pasado jueves llegó a los cines del país «KONG: LA ISLA CALAVERA» (Kong: Skull Island), y mi papá, como fanático del cine de acción y aventuras, fue el primero en señalar que teníamos que verla. Sinceramente no le había prestado mucha atención al trailer, me imaginaba que la nueva versión se situaba en la actualidad (error), y que era básicamente la misma historia de siempre, pero con diferentes actores (otro error). Así, y con esa ignorante predisposición fui el sábado al cine para aventurarme en esta nueva (y muy diferente) versión del clásico, obteniendo resultados distintos a los que esperaba, pero gratamente sorprendentes.
Sinopsis: Un equipo de diversos exploradores se reúne para aventurarse en una isla desconocida en el Pacífico – un lugar tan hermoso como traicionero- inconscientes de que están atravesando el dominio de la mítica Kong.
Han pasado 12 años desde que Peter Jackson nos presentó su versión de KING KONG (2005), la séptima obra cinematográfica dedicada a uno de los animales más grandes e icónicos del mundo del entretenimiento. Su regreso triunfal este año, de la mano de Jordan Vogt-Roberts (The Kings of Summer), y de leyendas del cine como John Goodman (The Big Lebowski) y Samuel L. Jackson (Pulp Fiction), es la película más reciente en estrenarse sobre el rey de la isla calavera y no deja indiferente a ningún espectador.
Para los que ansiaban ver una nueva faceta de esta clásica historia, la película les resultará entretenida y con la cantidad justa de nostalgia. Pero para los que consideran innecesaria la explotación de personajes, los remakes y ese tipo de cosas, les tengo malas noticias, pues «Kong: La Isla Calavera» no será lo último que veremos de esta franquicia, ya que el estudio Warner Bros. prepara para el 2020 un mega encuentro en «Godzilla vs Kong».
Desde el comienzo la película resulta atractiva y energética; con una excelente edición, un instinto visual cautivador y una contextualización histórica para introducirnos a la exótica aventura y a los personajes que nos acompañarán. Todo durante los primeros minutos hace que quieras unirte a Tom Hiddleston (Crimson Peak) y a Brie Larson (Room) en este viaje para explorar una isla llena de misterios y con un dueño de casa muy peculiar.
No creo que el hecho de que la película esté ambientada en esta época sea al azar o porque los 70’s estén de moda, sino que dado el contexto histórico, es mucho más probable que nadie sepa que existan islas desconocidas con animales gigantes en los 70’s que hoy en día (digo, con Google Earth, cualquiera podría encontrar a King Kong).
Ya en la isla, los efectos visuales son increíbles, si se va a hacer una película sobre un gorila gigante los efectos especiales deben ser colosales, y se logran bastante bien. Los villanos son los adecuados, las peleas son emocionantes y para mi, es la combinación ideal entre acción, humor y conciencia de nuestro papel dentro del mundo natural (reflexión). Y si bien, puede parecer algo ya visto o predecible, vale la pena escapar por un momento y volver a la década de los 70’s para conocer a este nuevo King Kong.
Por un lado, tiene un soundtrack increíble (realmente muy bueno), el cual añade el toque cool a la película (si les gusta tanto como a mi pueden buscarlo en spotify, apenas salí de la sala de cine lo busqué y lo amo), The Rolling Stones y Jimmy Hendrix acompañan cada una de las escenas.
Y por otro lado, el cast está conformado por actores de primera categoría, y otros de segunda que no desentonan. Diversos personajes que entregan un lado amigable, humorístico, compasivo y vengativo. Pero claro, una figura que parece llevar el peso de la trama y que es difícil de ignorar, es el talentoso Samuel L. Jackson, aquí lo vemos en su máximo esplendor, entrega todo lo que podrías esperar de su actuación: las groserías, el sarcasmo, la audacia, sus miradas y su explosivo temperamento. Es sin duda, el personaje destacado de la película, el que entrega más pistas de su personalidad y el mejor logrado de todos ellos, los demás solo rodean la historia y la lucha interna del coronel Preston Packard (interpretado por Jackson), quien acabada la guerra de Vietnam, siente que su vida no tiene sentido.
Siento importante destacar la relevancia de este personaje y su papel dentro de la historia, puesto que es gracias a él y a sus ansias de recuperar la vida que tenía, que guía las acciones de la película, para desencadenar en una serie de hechos que son solo consecuencia de las decisiones egoístas que hace (por eso tal vez la película debería llamarse “King Kong vs. Samuel L. Jackson”).
Por último, me gustaría retomar algo que mencioné en un párrafo anterior, y es la reflexión que entrega la película. Sobre nuestra influencia en el mundo natural y como creemos ser los dueños de una tierra que no nos pertenece, un tema muy vigente hoy en día.
En resumen, salí muy sorprendida. Definitivamente es una película para disfrutar en grande, así que si tienen la oportunidad de verla con 3D, 4DX, D-BOX, IMAX, y todo el espectáculo, va a ser una experiencia aún más emocionante. Ideal para todo tipo de público, desde niños interesados en descubrir a este atemporal personaje, hasta adultos familiarizados con la historia y que quieren sentirse nostálgicos o presenciar algo novedoso.
Deja una respuesta