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Cuando terminé de ver «La Chica del Tren» quedé conmocionado.
Rápidamente procesé la cinta que había visto y no demoré mucho en dar cuenta de que estaba frente a una buena película, pero llena de errores que en definitiva le impiden ser mejor, compuesta de actuaciones memorables, personajes superficiales y poco desarrollados, y un puzzle macabro que poco a poco vamos solucionando… que nos sorprende hasta el último momento.
Sinopsis: Rachel (Emily Blunt) es una mujer devastada por su reciente divorcio que dedica cada mañana de camino a su trabajo a fantasear sobre la vida de una pareja aparentemente perfecta que vive en una casa por la que su tren pasa cada día. Pero una mañana Rachel es testigo desde la ventana del tren de un impactante suceso y se ve involucrada en el misterio que ella misma revela… Adaptación del best seller homónimo de Paula Hawkins.
Primero que todo, quisiera aclarar que no he leído el libro. Luego de ver la película ya me picaban los dedos por hacerlo, pero por temas de tiempo no he podido. Por lo que en esta reseña me centraré solo en la adaptación cinematográfica.
El director Tate Taylor (Historias Cruzadas) desde un comienzo nos dibuja un breve bosquejo de la mecánica que tendrá el filme. El desorden cronológico con el que se nos va narrando la historia corresponde -según mi apreciación- a una manera de emular la mente de la protagonista. Rachel es una mujer alcohólica, llena de rabia y resentimiento, quien presenta grandes lagunas mentales, las cuales son traspasadas al espectador. Llegando a un punto de la película en el que estamos tan confundidos como la protagonista, no entendemos la trama y una pequeña distracción puede significar que nos perdamos algo clave para el entendimiento de esta misma. Las explicaciones ocurren de manera rápida y más que aclararnos las cosas nos dejan un poco más confundidos.
Esto puede ser tan positivo como negativo. La película logra posicionarnos en la incertidumbre en la que se encuentra la protagonista, pero si no eres lo suficientemente rápido(a) para entender las explicaciones, es probable que quedes colgado y no disfrutes la película en su totalidad.
La trama en si no es para nada compleja. Una vez que el puzzle se nos revela en su totalidad nos damos cuenta que -lamentablemente- está llena de clichés, personajes vacíos y estereotipados. Rachel es el único personaje que se desarrolla de manera compleja y esto hace que lamentablemente se vea disminuida por los otros que son parte de la película. La actuación de Emily es impecable, pero no alcanza para levantar la cinta en ese sentido. No basta con solo una figura compleja querido Tate, para que la interacción entre estos se sienta real es necesario otorgarles profundidad, de lo contrario se siente como si Rachel fuera el único personaje real en la película.
Aquella unidimensionalidad, que afecta a muchos de los protagonistas de esta película, es el síntoma que coarta la ejecución del suspenso. El filme se auto-define como un «thriller», y en primera instancia se nota que ese es el género que busca desarrollar, pero aquel desarrollo se ve truncado debido a la superficialidad de muchos de los personajes, dejándonos con gusto a poco y con ganas de un mejor desarrollo de la película.
La fotografía de la cinta es maravillosa y funciona bien en conjunto con la narración. Los paisajes por los que viaja la protagonista son visualizados desde distintos ángulos y logran darnos la sensación de que momentáneamente nos encontramos en los zapatos de Rachel. Cabe destacar las tomas del tren y hacia los alrededores de este mismo.
Tal como indiqué en el comienzo; estamos frente a una cinta que en su narración presenta un desorden cronológico como principal premisa. Es en este sentido que creo que la ejecución de las escenas raccontos o flashbacks está bien lograda, ya que al narrar y hacer entender la confusión que la protagonista está viviendo nos sumerge en la película. Los silencios y la música juegan un rol fundamental en estas secuencias, ya que, en conjunto con las tomas, grafican de manera memorable las vivencias de Rachel y su visión sobre sus acciones del pasado.
A modo de síntesis debo decir que la película no me decepcionó, pero sin dudas esperaba más de ella. Creo que el director no supo aprovechar al gran elenco que poseía, así como tampoco supo finiquitar de manera correcta las escenas de suspenso para que éstas tuvieran mayor impacto en los espectadores.
La película es sumamente disfrutable, pero luego de verla y analizarla es inevitable pensar que pudo haber sido muchísimo más, que Tate pudo haber sido un poco más ambicioso y desarrollar un poco más la cinta; de ser así, estoy seguro que nos encontraríamos frente a una de las películas del año.
De todas maneras los dejo más que invitados a ver «La Chica del Tren«, sin dudas la historia los atrapará y las vueltas de tuerca los sorprenderán. Mucho ojo con el final, sin duda les dejará el pecho apretado.
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