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Quizás para muchos el periódico no es más que un arte perdido que poco tiene de romanticismo, pero para otros, como Wes Anderson (El Gran Hotel Budapest), este evoca recuerdos y sentimientos dignos de una oda. Esto es “La Crónica Francesa” (The French Dispatch), una cinta que, a través de una serie de historias y narraciones contenidas en la edición final de una icónica revista, logra transmitirnos esta profunda admiración e inspiración al más puro estilo del director.
Sinopsis: La Crónica Francesa está ambientada en la redacción de una revista estadounidense en una ficticia ciudad francesa del sigo XX, y da vida a una colección de historias publicadas en «La Crónica Francesa», la revista en cuestión.
Wes Anderson es un director con un sello único y propio que se hace palpable desde el momento en que te acercas a la sala y vez el afiche. Los colores, personajes, historias, narraciones y música son muy propias de su forma de compartir con nosotros su mundo, con un sello evidente y encantador. Un sello que se ha encargado de cultivar a través de su filmografía y del que dudosamente cualquiera que ponga el ojo en esta obra, no esté al tanto.
Se podría decir que «La Crónica Francesa» es una de las máximas expresiones de su esencia a la fecha; nos presenta un homenaje a visiones alternas de la realidad, en donde se captura la belleza de lo monotono y lo mundano, incluso lo vil o marginal. Nos muestra la magia y el poder del arte en escenarios por lo bajo curiosos. Se enaltece la importancia de los distintos enfoques y puntos de vista, la magia de juventud y su convicción, la lucha por los ideales y la esperanza en un futuro mejor. Incluso nos entrega un poco de aventura y misterio; todo a través de un trabajo narrativo que es el más puro homenaje al periodismo; como fuente de inspiración y como toque de vida y luz a la cotidianidad en la que todos estamos inmersos.
La historia está dividida en actos en los que cada uno representa el trabajo de un periodista en una determinada sección de la revista. La particular estética del director jamás decepciona, equilibrando a la perfección lo visual, la música y la historia que se narra. No podemos esperar menos de la puesta en escena de Anderson que un constante juego de texturas, colores y elementos en pantalla que mezclan lo fantástico con lo real, con diálogos que representan el alma de sus narradores.
Sin lugar a dudas, hay mucho que analizar tras cada una de las escenas presentadas en esta cinta, pues ningún detalle es al azar, volviéndola incluso un poco abrumadora en ciertos segmentos, y quizás, dejando a más de algún espectador con la sensación de que omitió una que otra cosa. Sin embargo, no es necesario ahondar en las intenciones secundarias de cada elemento para dejarse encantar por su rol en la película.
El cast del film es numeroso y brillante, y cuenta con los colaboradores habituales de Anderson más un par de nuevos rostros, todos quienes desempeñan su papel a la perfección. Un nuevo acierto del director que podemos disfrutar en cines desde este jueves 18 de noviembre gracias a Cinecolor Films Chile.
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